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—Entonces no tienes nada de qué estar asustado. Estaremos juntos para<br />

siempre.<br />

Él suspiró.<br />

—Lo haría todo otra vez, sabes. No cambiaría ni un segundo si eso<br />

significara que estaríamos aquí, en este momento.<br />

Mis ojos se sintieron pesados, y tomé un respiro profundo. Mis pulmones<br />

protestaron, seguían quemando por el humo. Tosí un poco, y luego me relajé,<br />

sintiendo los cálidos labios de Travis contra mi frente. Su mano se deslizó por<br />

mi cabello húmedo y pude escuchar el latido constante de su corazón contra<br />

su pecho.<br />

—Esto es —dijo con un suspiro.<br />

— ¿Qué?<br />

—El momento. Cuando te veo dormir… ¿esa paz en tu rostro? Eso es. No<br />

lo he tenido desde que mi madre murió, pero lo puedo sentir nuevamente. —<br />

Tomó otra profunda respiración y se acercó más—. Yo supe en el momento en<br />

que te conocí que había algo en ti que yo necesitaba. Resultó que no era algo<br />

de ti. Eras sólo tú.<br />

La esquina de mi boca se levantó mientras enterraba mi rostro en su<br />

pecho.<br />

—Somos nosotros, Trav. Nada tiene sentido a menos que estemos juntos.<br />

¿No has notado eso?<br />

— ¿Notarlo? ¡Te he estado diciendo eso todo el año! —él bromeó.<br />

—Es oficial. Bimbo, peleas, rompimientos, Parker, Las Vegas… incluso<br />

incendios… nuestra relación puede soportar cualquier cosa.<br />

Levanté mi cabeza una vez más, y noté la alegría en sus ojos mientras me<br />

miraba. Era similar a la paz que había visto en su rostro luego de haber<br />

perdido la apuesta sobre quedarme con él en su departamento, después de que<br />

le dije que lo amaba por primera vez, y de la mañana de baile de San Valentín.<br />

Era similar, pero diferente. Esta era absoluta y permanente. La cautelosa<br />

esperanza había desaparecido de sus ojos, la confianza incondicional tomaba<br />

su lugar.<br />

Lo reconocí sólo porque sus ojos reflejaban lo que yo estaba sintiendo.<br />

— ¿Las Vegas?<br />

Frunció el ceño al no saber dónde me dirigía.<br />

— ¿Sí?<br />

— ¿Has pensado en volver?<br />

Sus cejas se alzaron.<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com

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