27.04.2013 Views

1340232811825

1340232811825

1340232811825

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Miré alrededor de la habitación al cromo brillante y los carteles de las<br />

muestras de tatuajes en la pared, y luego de vuelta a mi estómago. Mi apellido<br />

nuevo relucía en gruesas letras negras elegantes. Travis me miraba con orgullo,<br />

y luego miró hacia abajo a su anillo de boda de titanio.<br />

—Lo hicimos, bebé —dijo en voz baja—. Todavía no puedo creer que seas<br />

mi esposa.<br />

—Créelo —dije, sonriendo.<br />

Me ayudó a levantarme de la silla y favorecí mi lado derecho, consciente<br />

de que cada movimiento que hacía causaba que mi jeans rozara mi piel en<br />

carne viva. Travis sacó su billetera, firmó el recibo con rapidez antes de que me<br />

llevara de la mano al taxi que esperaba fuera. Mi celular volvió a sonar, y<br />

cuando vi que se trataba de América, lo dejé sonar.<br />

—Nos va a hacer sentir miserable por un largo tiempo, ¿cierto? —dijo<br />

Travis con el ceño fruncido.<br />

—Hará puchero por veinticuatro horas, después de que vea las fotos, lo<br />

superará.<br />

Travis me lanzó una sonrisa maliciosa. — ¿Estás segura de eso, Sra.<br />

Maddox?<br />

— ¿Alguna vez vas a dejar de llamarme así? Lo has dicho cientos de<br />

veces desde que salimos de la capilla.<br />

Él negó con la cabeza mientras sostenía la puerta del taxi abierta para<br />

mí. —Voy a dejar de llamarte así hasta que esto termine siendo real.<br />

—Oh, es real de acuerdo —dije, deslizándome a la mitad del asiento para<br />

dejarle espacio—. Tengo recuerdos de la noche de boda para probarlo.<br />

Se apoyó en mí, corriendo su nariz por la piel sensible de mi cuello hasta<br />

que llegó a mi oído.<br />

—Desde luego que sí.<br />

—Ay... —dije cuando se presionó en contra de mi vendaje.<br />

—Oh, maldita sea, lo siento, Pidge.<br />

—Estás perdonado —sonreí.<br />

Rodamos hacia el aeropuerto de mano en mano, y me reí cuando vi a<br />

Travis mirar a su anillo de boda sin disculpas.<br />

Sus ojos tenían la expresión pacífica a la que me estaba acostumbrando.<br />

—Cuando lleguemos al apartamento, creo que finalmente me daré<br />

cuenta, y voy a dejar de actuar como un idiota.<br />

— ¿Me lo prometes? —sonreí.<br />

Me besó la mano y la acunó en su regazo entre sus manos. —No.<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com<br />

Página314

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!