27.04.2013 Views

1340232811825

1340232811825

1340232811825

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No ruedes los ojos. ¿Vendrás o no?<br />

—¿Cómo sabes que rodé los ojos? ¿Me estás acechando? —pregunté,<br />

notando las cortinas cerradas.<br />

—Siempre ruedas los ojos. ¿Sí? ¿No? Estás perdiendo tiempo precioso de<br />

tu cita.<br />

Me conocía tan bien. Luché contra el impulso de pedirle que me recogiera<br />

en ese momento. No pude evitar sonreír ante la idea.<br />

—¡Sí! —dije en voz baja, tratando de no reírme—. Voy a ir.<br />

—Te recogeré a las siete.<br />

Me volví hacia Parker, sonriendo como el gato Cheshire.<br />

—¿Travis? —preguntó con una expresión de certeza.<br />

—Sí —fruncí el ceño, atrapada.<br />

—¿Siguen siendo sólo amigos?<br />

—Seguimos siendo sólo amigos. —asentí con la cabeza una vez.<br />

Nos sentamos en la mesa, comiendo comida china para llevar. Me relajé<br />

al estar con él después de un rato, y me recordó lo encantador que era. Me<br />

sentí más ligera, casi risueña, un marcado cambio con respecto al inicio. Por<br />

más que intentaba empujar el pensamiento de mi cabeza, no podía negar que<br />

mi plan con Travis había iluminado mi estado de ánimo.<br />

Después de la cena, nos sentamos en el sofá a ver una película, pero<br />

antes de terminar los créditos del principio, Parker me tenía sobre mi espalda.<br />

Me alegré de haber elegido usar los vaqueros, no habría sido capaz de<br />

defenderme con la misma facilidad en un vestido. Sus labios viajaron a mi<br />

clavícula, y su mano se detuvo en mi cinturón. Torpemente trabajó para<br />

abrirlo, y una vez que lo logró, me deslicé por debajo de él para ponerme de pie.<br />

—¡Está bien! Creo que es todo lo que pasará esta noche, —le dije,<br />

abrochándome el cinturón.<br />

vaya.<br />

—¿Qué?<br />

—Primera base.... ¿Segunda base? No importa. Es tarde, es mejor que me<br />

Se sentó y se apoderó de mis piernas. —No te vayas, Abs. No quiero que<br />

pienses que por eso te traje aquí.<br />

—¿No es así?<br />

—Por supuesto que no —dijo, tirando de mí hacia su regazo—. Eres todo<br />

en lo que he pensado durante dos semanas. Me disculpo por ser impaciente.<br />

Librosdelcielopersonal.blogspot.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!