Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría
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sobre todo jóvenes, murieron soñando en una Nicaragua con justicia y libertad. Ahí<br />
tenemos al joven poeta Leonel Rugama o el sacerdote asturiano Gaspar García<br />
Laviana, entre tantos otros.<br />
Después del triunfo de la revolución sandinista Fernando Cardenal coordinó la<br />
Campaña Nacional de Alfabetización, que logró enseñar a leer y escribir a medio<br />
millón de personas. Hubo una masiva movilización de millares de jóvenes y<br />
voluntarios extranjeros entregados a la alfabetización, que permitió la reducción del<br />
50% de analfabetos al 9%. Esta Cruzada Nacional de Alfabetización fue uno de los<br />
logros más sobresalientes de la revolución sandinista, hasta el punto de recibir un<br />
premio de la UNESCO. Esta cruzada de alfabetización, coordinada por Fernando, es<br />
un acontecimiento que pasará a la historia, no sólo de Nicaragua, sino de toda<br />
América latina y del mundo, como un ejemplo de que es posible acabar con el<br />
analfabetismo. Pero para ello se necesita hombres profundamente revolucionarios,<br />
con capacidad organizativa, con ética y con mística como Fernando Cardenal.<br />
En 1984 fue nombrado Ministro de Educación, función que ejerció hasta 1989.<br />
Asumió el cargo como un servicio a su pueblo nicaragüense. Vivió lo más duro de<br />
la guerra de la Contra en la que muchos alfabetizadotes fueron asesinados. En medio<br />
de este conflicto, tan injusto como cruel, él siempre tenía palabras de aliento y de<br />
esperanza para los jóvenes estudiantes, los maestros y padres de familia.<br />
En 1990 fundó el Instituto Nicaragüense de Educación Popular para continuar con<br />
los proyectos educativos.<br />
La jerarquía de la iglesia católica, alineada a la política de Ronarld Reagan,<br />
hostigó a Fernando Cardenal y a los otros tres sacerdotes (Miguel D,Escoto, Ernesto<br />
Cardenal y Edgard Parrales), que ejercían funciones políticas al servicio del pueblo<br />
nicaragûense en el gobierno de la revolución. Se decía en Nicaragua que “entre<br />
cristianismo y revolución no hay contradicción”. Pero Don Sergio Méndez Arceo,<br />
obispo de Cuernavaca, añadía: “pero tampoco identificación”. Fernando Cardenal<br />
se ha comprometido de cuerpo y alma con los ideales de la Revolución sandinista,<br />
pero sabiendo diferenciar la fe de lo que nosotros, los cristianos, llamamos las mediaciones<br />
históricas, es decir, los procesos de liberación socioeconómicos y políticos.<br />
Fernando es sacerdote. Siempre consideró el sacerdocio como un servicio al<br />
pueblo, particularmente a los más vulnerables. Debido a ese compromiso lo expulsaron<br />
de la Compañía de Jesús por presiones del Vaticano. Pero no pudieron debilitarlo<br />
y, gracias a sus compañeros jesuitas, pudo seguir conviviendo en la misma comunidad.<br />
Él siempre tuvo alma de jesuita y es por eso que luchó por su reingreso a la<br />
Compañía. Volvió a hacer el noviciado y actualmente es de nuevo jesuita.<br />
Actualmente sigue trabajando en la formación de la juventud nicaragüense desde<br />
la dirección de Fe y Alegría, un proyecto educativo de la Compañía de Jesús, que<br />
promueve la Educación en los pueblos más alejados y en los barrios pobres de 16<br />
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