Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría

conciernen poco a sus audiencias y que difícilmente pueden alcanzar la condición
de temas de interés como para acceder a la agenda de los medios. Esto conduce a la
formación de una tremenda zona de "invisibilidad" construida tanto desde la cultura
periodística de los medios como desde la cultura política-cívica de las sociedades
avanzadas.
Y se trata en la mayoría de los casos de situaciones extremadamente violentas, de
desigualdad abismal, determinadas estructuralmente por una organización económica
y política que condena a la virtual condición de supervivientes a una parte
sustancial de la población.
Esta situación estructuralmente violenta produce imágenes de violencia que son
tratadas de forma muy selectiva por los medios de comunicación. La pauta más habitual
es el olvido y el tratamiento secundario, que muestra aquello que se reviste de
un tono "noticioso" sin dar explicaciones, ni situar los contextos y las estructuras sociales
y económicas que producen esos desastres y esas fracturas tan violentas de la
convivencia. Los efectos que provoca este tratamiento son, sin duda, muy importantes,
más allá de la posibilidad de calibrar de forma precisa los impactos que genera.
Uno de estos efectos, fundamental, al que hacen referencia continúa las ONG que
trabajan en temas de desarrollo y sensibilización de las opiniones públicas de los
países avanzados , es la insensibilización de los espectadores, el acostumbramiento
al horror y, lo que quizás sea más importante, la lectura lineal del mensaje en términos
de una explicación elemental del tipo "se trata de problemas sin solución", que
se dan en "sociedades de naturaleza violenta" protagonizados por "grupos sociales
con tendencias autodestructivas".
De manera conexa, en los países centrales, en las sociedades avanzadas, emergen
manifestaciones de esta violencia sistémica de forma cotidiana y más o menos visible.
La principal hoy en día, quizá, la produce cotidianamente el nuevo ciclo migratorio
que se da en el capitalismo y en el sistema mundo. Informar sobre estas expresiones
de violencia sistémica extrema, requiere por parte de los medios y de los periodistas
no solo gran pericia profesional sino, sobre todo, un compromiso moral con
la sociedad.
3.- El tratamiento de la violencia en los medios de comunicación. Clemente
Penalva
Existen algunas formas de violencia que son menos visibles que la violencia
directa: la violencia estructural y la violencia cultural. Cuando se habla de violencia
cultural se está haciendo referencia a aquellos aspectos simbólicos de la cultura (sus
formas "no materiales" como son el lenguaje y la comunicación) que inciden en la
justificación de situaciones violentas, ya tengan éstas un carácter directo o estructural.
La violencia cultural por el hecho de no ser material no es inocua, todo lo
contrario, a través de su acción los seres humanos vencen las resistencias a las
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