Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría

él propone no llega a través de medios religiosos sino a través de la mano invisible
de una razón que dirige los intereses sociales hacia una concordia superior, aún no
conseguida. La propuesta de Kant es en el fondo la propuesta de gran parte de los privilegiados
del sistema actual. El mercado de los intercambios comerciales en el que
desemboca la capacidad productora de la empresa y la planificación del capital, se
ha convertido, de algún modo, en el dios de nuestro tiempo; pero lo que se ha manifestado
de esa forma no es la Razón divina de la humanidad (en igualdad comercial
y en paz perpetua), como Kant había supuesto, sino más bien, un Dios-Sistema,
edificado, sin amor ni gratuidad, sobre la sangre y/o expulsión de los más pobres.
2. Propuesta cristiana: gracia, pobreza y universalidad.
Éste es el reto de Jesús: suscitar comunidades que nacen por gracia y se abren
hacia todos los hombres, a través de una red de comunicación universal. Para ello
hay que superar el orden de la seguridad impositiva, construido sobre aquello que
hacemos y tenemos, superando igualmente el esquema de las obras de la ley (moral,
social, económica…) que escinde a buenos y malos, vencedores y vencidos, para llegar
así a la tierra de la gratuidad donde nos sitúa Cristo, confiando en la fuerza
creadora de Dios Padre, que es simplemente amor.
Allí donde renuncia al enfrentamiento y se niega a luchar en el nivel en que le
atacan magistrados judíos y soldados imperiales, Jesús viene a presentarse como
representante y testigo de una humanidad distinta, en la línea de las categorías
indicadas de gratuidad-pobreza-universalismo, desde la palabra creadora de Dios
Padre, abriendo así un lugar para todos en su camino.
III. Breve recopilación final: caminos de paz.
1. Paz de familia, relaciones básicas.
Esto supone que los hombres y mujeres puedan comunicarse entre sí de un modo
directo, aportando sus propuestas, en un mundo en que la propiedad particular,
entendida al modo antiguo (propiedad de tierras o metales preciosos, de energía o
de medios de producción), está perdiendo su sentido. Entramos en un espacio nuevo,
que algunos llaman post-industrial, donde lo que más importa no es ya la producción
de mercancías, sino el intercambio de bienes humanos, pertenecientes al mundo de
la vida. En este nivel, conforme a la propuesta de Kant, es necesario que hombres y
mujeres empiecen superando las ideologías particulares y los principios abstractos,
para comportarse básicamente como prójimos (cercanos), para así convivir acompañándose
mutuamente, en un intercambio de bienes (productos), pero, sobre todo, de
personas, empezando por el nivel familiar (que era donde los mitos habían descubierto
el principio de la violencia).
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