Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría
Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría
Informe 12-13. Murcia - Foro Ignacio Ellacuría
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LA VIOLENCIA: CLAVES Y ESCENARIOS<br />
María José Lucerga<br />
<strong>Foro</strong> I. <strong>Ellacuría</strong><br />
Las teorías de la modernidad suelen hacer de la violencia una de las cuestiones<br />
decisivas que señalan la cesura entre premodernidad y modernidad. La ausencia de<br />
violencia se presenta como el logro fundamental de las sociedades modernas y su<br />
presencia parece reservada a los conflictos entre Estados internamente pacificados<br />
o al ámbito individual de las relaciones familiares o de la criminalidad (violencia juvenil,<br />
violencia de género, violencia escolar, criminalidad organizada, violencia en<br />
los medios). En este terreno la dramatización está al servicio de la apelación al control<br />
social y a la imposición del monopolio estatal de la violencia.<br />
Ciertamente estamos habituados a contraponer el monopolio de la violencia<br />
ejercido por el Estado moderno, garantía de la convivencia pacífica, a las formas de<br />
violencia ilegítimas e ilegales, de las que procede la amenaza de destrucción de esa<br />
convivencia. Pero “monopolio de la violencia”, como subraya Max Weber, no significa<br />
ausencia de violencia, sino simplemente que queda reservado al Estado tolerar,<br />
permitir u ordenar determinadas violencias. El Estado no ejerce de modo exclusivo<br />
la violencia –pues la violencia es esencialmente plural, una violencia única no es<br />
violencia–; más bien existe para garantizar y proteger en última instancia el poder y<br />
la violencia sociales. Promueve violencias “legales” y lucha contra violencias<br />
“ilegales” en la sociedad.<br />
El monopolio estatal de la violencia es el grado más alto de reconocimiento de<br />
que en la sociedad existe la violencia. Es el instrumento de regulación de las violencias.<br />
La legitimidad de ese monopolio no puede ser nunca demostrada, puesto que<br />
el poder que lo ejerce posee dicha capacidad porque en todo momento está en condiciones<br />
de imponer esa pretensión de monopolio de la violencia con ayuda de la<br />
violencia misma. Los discursos (des)legitimadores y la aceptación (voluntaria) o el<br />
rechazo de ese monopolio nunca se pueden producir en un ámbito libre de violen-<br />
46