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La respuesta a la segunda pregunta, evidencia<br />
el nivel de desconfianza que tiene la población<br />
adulta sobre la probidad de los jueces. El 87.3%<br />
dijo que no estaba de acuerdo con la idea de que<br />
los jueces en Honduras son honestos e imparciales<br />
y apenas el 12.7% estuvo de acuerdo con la misma.<br />
Si se revisa la respuesta desagregada por ámbito<br />
de residencia, sexo, etnicidad, nivel de educación<br />
formal y quintil socioeconómico, no se encuentran<br />
variaciones de consideración con respecto al<br />
promedio nacional.<br />
Otro elemento que genera gran desconfianza,<br />
es la inmensa percepción que tiene el adulto hondureño<br />
de la impunidad que campea en el sistema<br />
de administración de la justicia de en el país. Esto<br />
se evidencia al ver la respuesta a la pregunta de la<br />
ENPDH 2001: ¿Usted cree que en Honduras el<br />
sistema judicial deja de castigar a personas culpables<br />
de delito? Alrededor del 90% de la población<br />
encuestada respondió que sí, sin distingo de ámbito<br />
de residencia, sexo, etnicidad, nivel educativo<br />
o quintil socio-económico (ver gráfico 5.3). Esta<br />
percepción, le concede a la impunidad la categoría<br />
de un problema grave y severo.<br />
***<br />
“Considero que de alguna manera, los operadores<br />
de justicia somos corresponsables de este<br />
aceleramiento de impunidad que vive nuestro<br />
país. Si la encuesta muestra de manera clara y<br />
evidente que un 90% de las personas piensan<br />
que hay impunidad en Honduras, están en lo<br />
correcto. Se requiere mayor entereza, mayores<br />
recursos, para los operadores de justicia, porque<br />
todos claman por mayor apoyo presupuestario,<br />
logístico, infraestructural, de transporte, etc. Todo<br />
eso contribuiría enormemente para la verdadera<br />
participación de tener mayor justicia dentro del<br />
país, particularmente en aquellos sectores que más<br />
amenazados se sienten por falta de respuesta de<br />
esos operadores de justicia.”<br />
Experto del Tema Judicial. Grupo Focal<br />
Institucional con Operadores de Justicia.<br />
Tegucigalpa, 2011.<br />
***<br />
Además de su alta percepción de impunidad<br />
del sistema, la inmensa mayoría de la población<br />
hondureña, alrededor del 88% en cada caso,<br />
tampoco está satisfecha con lo que operadores de<br />
justicia y seguridad como la Corte Suprema, los<br />
Juzgados, el Ministerio Público y la Policía, han<br />
hecho hasta ahora para lograr que todos los hon-<br />
GRÁFICO 5.3: Adultos hondureños que opinan que en Honduras el sistema judicial<br />
deja de castigar a personas culpables de delito, según diferentes características. 2011<br />
Quintil SE 5<br />
Quintil SE 1<br />
Educación Superior<br />
Sin educación fomal<br />
No étnico<br />
Étnico Hondureño<br />
Mujer<br />
Hombre<br />
Rural<br />
Grandes ciudades<br />
Nacional<br />
- 0<br />
-<br />
-<br />
-<br />
Fuente: Elaboración propia en base a ENPDH, 2011.<br />
-<br />
-<br />
dureños y hondureñas, sin distingo de ninguna<br />
especie, puedan acceder al sistema de justicia (ver<br />
cuadro 5.2).<br />
Una de las consecuencias de esta insatisfacción<br />
y desconfianza de la población, es la inclinación de<br />
un porcentaje significativo de personas a aceptar<br />
como válido el tomarse la justicia por la propia<br />
mano cuando el sistema judicial no opera oportuna<br />
e imparcialmente. Para medir esta propensión,<br />
se consultó sobre este particular a los encuestados<br />
de la ENPDH 2011.<br />
El resultado amerita atención, pues casi un<br />
cuarto de la población encuestada (23.8%) dijo<br />
que estaba de acuerdo o muy de acuerdo con que<br />
era aceptable tomarse la justicia por la propia<br />
mano. Al ver los resultados desagregados por<br />
diferentes características, se puede construir un<br />
perfil de la persona un poco más propensa a este<br />
tipo de medidas.<br />
Esta persona es, en primer lugar, del estrato socio-económico<br />
más bajo, perteneciente a un grupo<br />
étnico hondureño, del ámbito rural, es hombre y<br />
no ha cursado ningún nivel educativo formal (ver<br />
gráfico 5.4). Sin embargo, este resultado no debe<br />
conducir a la estigmatización, porque el problema<br />
involucra, aunque en una proporción menor, al<br />
resto de los sectores de la sociedad hondureña.<br />
En este contexto, una pregunta legítima de investigación,<br />
que excede los límites de este trabajo,<br />
sería indagar cómo se forman estas percepciones<br />
sobre el sistema de justicia. Si son el producto<br />
combinado de la información que se obtiene<br />
-<br />
-<br />
Porcentaje de población entre 25 y 64 años<br />
-<br />
90.4<br />
89.8<br />
88.1<br />
94.6<br />
94.9<br />
90.9<br />
93.9<br />
-<br />
INEQUIDAD EN LA JUSTICIA: ELIMINANDO LAS BARRERAS DE ACCESO<br />
-<br />
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
92<br />
94.4<br />
93.9<br />
93.2<br />
163