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RECUADRO 2.2: La tendencia de la pobreza en Honduras
Fuente: Elaboración propia.
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Al comparar las tasas de pobreza estimadas en términos
de hogares del año 2001 y el 2011, se puede
concluir que hubo una reducción en la pobreza de
1.8 pp y una reducción en la pobreza extrema de 2.6
pp. Sin embargo, al analizar detenidamente la tendencia
durante la última década de los indicadores
de pobreza y otras variables relacionadas, tales como
el crecimiento económico y la inequidad, se pueden
matizar dichas conclusiones (ver gráfico 1).
La tendencia muestra que las tasas de pobreza
se redujeron significativamente solamente entre los
años 2005 al 2008, especialmente la de pobreza extrema.
En los años anteriores a este período, la tasa
de pobreza tendió a estancarse y la tasa de pobreza
extrema subió levemente. En los años posteriores al
período mencionado, ambas tasas tienden a incrementarse
en tal medida que solo Honduras y México
fueron los únicos dos países en la región latinoamericana
con incrementos significativos en sus tasas de
pobreza y pobreza extrema entre el 2008 y el 2010
(CEPAL, 2011).
En el período en que la pobreza logró reducirse, se
ocupó de un crecimiento económico arriba del 6%,
que duró hasta el 2007. Después de este año, el crecimiento
desaceleró acompañado de una ligera reducción
en la inequidad (medida por medio del Coeficiente
de Gini de ingresos de los hogares), lo que
permitió que la pobreza extrema continuara bajando
hasta el 2008. Para el 2009 la desigualdad continuó
disminuyendo levemente, pero con un crecimiento
económico negativo, producto del fuerte impacto
de la crisis económica internacional y la crisis política
local, lo que no pudo detener el aumento en los
niveles de pobreza. Ya para el 2011, el crecimiento
económico intenta repuntar de manera positiva con
valores abajo del 4%, pero la inequidad vuelve a incrementarse
de igual manera (Gini=0.58), lo que crea
un contexto propicio para que la pobreza continúe
aumentando en el país.
Este análisis de los datos muestra que para reducir
la pobreza en Honduras es necesario contar con un
crecimiento económico alto y sostenido que ronde
el 6%. Sin embargo, la evidencia histórica muestra
que el impacto del crecimiento económico en la
reducción de la pobreza es significativamente más
bajo cuando la inequidad aumenta. Si el crecimiento
económico es acompañado de un aumento en la
inequidad, entonces los niveles de pobreza tenderán
a estancarse, y luego a incrementarse si la economía
comienza a desacelerar, evidenciando de esta manera
la inequitativa situación socioeconómica de los
pobres y vulnerables (Cf. Ravalion, 2004).
Otra tendencia importante para comprender los
índices de pobreza en Honduras es observar el comportamiento
de la tasa de crecimiento de los hogares,
la cual en los últimos años se está desacelerando,
a tal punto, que entre 2010 y 2011 el crecimiento
interanual de hogares prácticamente se detuvo (tasa
igual a 0.01%). Este estancamiento sucedió aunque
la población total continuó creciendo. Esto significa
que aunque el número de hogares no se está incrementando,
el número de sus integrantes sí, lo cual
se corrobora al comparar el tamaño promedio de los
INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO HONDURAS 2011
GRÁFICO 1: Tendencia histórica de indicadores seleccionados en relación con la pobreza en Honduras. 2001-2011
(%)
Pobreza y Gini
70.0
65.0
60.0
55.0
50.0
45.0
40.0
35.0
56.4
63.7
2.7
64.8 65.3 64.6
3.8
56.3
58.2 58.2
Fuente: Elaboración propia en base a INE. EPHPM, mayo 2001-2011 y BCH.
63.7
58.9
hogares y ver que este es más alto en el 2011 que
en el 2008. Al mismo tiempo se observa que para el
2011, la tasa de crecimiento interanual de hogares en
pobreza y en pobreza extrema se estima en 3.2% y
6.4%, respectivamente, después de haber alcanzado
sus picos en el 2010.
Estos hallazgos llevan a la conclusión parcial de
que los jóvenes, especialmente miembros de los
hogares de menores recursos, no logran tener las
condiciones socio-económicas para emanciparse.
Esto es un indicativo de como la pobreza en Honduras
está repercutiendo como un desincentivo para la
formación de nuevos hogares, debido en parte a la
carencia de oportunidades para los integrantes jóvenes
de las familias pobres, y otra parte debido a los
desafíos socioeconómicos presentes en los hogares
que no cuentan con el suficiente presupuesto para
suplir bienes y servicios básicos.
El desafío que enfrentan los jóvenes que crecen
en hogares pobres, hace que la ventana de oportunidades
que brinda el bono demográfico se esté desaprovechando.
La integración de los jóvenes al mercado
laboral puede crear condiciones que conducen
al crecimiento económico, pero no constituye por sí
mismo una garantía de prosperidad. Por lo tanto, se
ocupan de políticas que refuercen la educación, la
salud y los espacios de gobernabilidad para las futuras
generaciones.
En términos de pobreza e inequidad, se puede observar
que tradicionalmente las tasas de pobreza han
sido mucho más elevadas en el área rural que en el
área urbana. Esto debido a que la primera presenta
grandes limitaciones en cuanto a cobertura y calidad
de los servicios sociales, menores oportunidades laborales
y en ella predomina una economía de subsistencia,
principalmente agrícola, con una reducida interacción
con los mercados, con trabas estructurales
y socioeconómicas para acceder al crédito, menos
competitiva y con menores opciones de diversificación.
A pesar de lo anterior, los datos muestran que
la tasa de pobreza rural se ha logrado disminuir en
6.1 pp en la última década (alcanzando un valor de
65.2% en 2011). Igual que la tendencia a nivel nacional,
la mayor parte de la reducción se presentó en
4.5
6.2 6.1
59.9
58.2
59.2 58.8
2.8
44.2
45.6
46.7 46.2 46.0
40.4
37.5
?2.1
36.2 36.4
41.6
39.1
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
% de hogares en pobreza
% de hogares en pobreza extrema
6.6
59.6
6.2
59.2
4.2
54.7 52.5
60.0
Gini (%)
Tasa de crecimiento económico
61.9
54.0 58.0
un período intermedio (2004-2008) y en los últimos
años la tasa ha tendido a aumentar.
Por el otro lado, la tendencia de la tasa de pobreza
en el área urbana ha sido fluctuante, alcanzando
finalmente en 2011 un valor de 58.5% (2.6 pp más
alta con respecto al año 2001). Este comportamiento
de la pobreza en el área rural y urbana podría ser interpretado
en el contexto de la migración interna de
la población de las zonas rurales hacia los cascos urbanos,
principalmente en busca de oportunidades,
pero cuyo resultado final se traduce en el aumento
de la pobreza urbana. Para constatar tal conjetura se
ocuparía censar el perfil del migrante interno hacia
los cascos urbanos más desarrollados y su impacto
en los índices de desarrollo humano.
El análisis de la inequidad y la pobreza en Honduras
señala que el país ocupa de una estrategia para la
reducción de la pobreza que sea integral, diferenciada
y focalizada, es decir, retomar la implementación
de la ERP. La alta inequidad económica generalmente
conlleva a una alta inequidad social, lo cual tiene
un impacto negativo en la reducción de la pobreza.
Mantener el nivel de crecimiento económico alto y
constante ocupa de un plan de contención para la
reducción de la inequidad, ya que las tensiones sociales
causadas por las amplias inequidades en la
distribución de la riqueza y de los ingresos pueden
erosionar la seguridad de los derechos de propiedad,
aumentar la amenaza de expropiación, ahuyentar
las inversiones extranjeras y domésticas, y aumentar
el costo de seguridad de los negocios y del cumplimiento
de los contratos.
Incorporar la equidad social y económica como pilares
para la erradicación de la pobreza implica lograr
una mejoría en la calidad de la vida del hondureño y
hondureña, especialmente los segmentos de la población
joven. Asimismo, se ocupa asegurar un “piso
mínimo”, es decir, un conjunto de bienes y servicios
esenciales para que todas las personas, especialmente
las más pobres y vulnerables, puedan alcanzar las
oportunidades que le permitan tener la vida que
ellos y ellas desean valorar.
3.5
7.0
6.0
5.0
4.0
3.0
2.0
1.0
0.0
-1.0
-2.0
-3.0
(%)
Tasa de crecimiento económico