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310 MEMOIOA DEL COLEGIO NACIONAL<br />
anterior, y cada cual <strong>ver</strong>tebrarlo con los contiguos. En el presente caso,<br />
esta <strong>ver</strong>tebración y apoyo son indispensables. Por tales circunstancias,<br />
vamos a repasar los conceptos y categorías de que con anterioridad nos<br />
hemos ocupado: en primer lugar, debe tenerse presente que hemos identificado<br />
el programa, en lo más amplío de su connotación, con el conjunto<br />
o la suma de las finalidades causales que una obra debe resol<strong>ver</strong>.<br />
En seguida, hay que recordar que, dentro de una ciencia normativa,<br />
como en parte es la Teoría, el estudio de las finalidades perseguidas<br />
esencialmente por la actividad objeto de dicha ciencia, pertenece a su<br />
Teleología y que, al final de cuentas, ésta forma parte de su Axiología;<br />
lo que significa que en nuestro caso de estudio nos encontramos en<br />
terrenos de la teleología arquitectónica y, muy fundamentalmente, de la<br />
Axiología de nuestro Arte. No podemos ignorar la integración valorativa<br />
de la obra autenticada como arquitectónica y, a la vez, intentar la<br />
comprensión de las finalidades que originan su creación.<br />
Aparte de haber señalado los determinantes de toda programación:<br />
el destino, la localización y las condiciones de economía, estudiamos las<br />
dos categorías primeras, la esencia de la habiiabilidad y la, igualmente<br />
sustancial, de la ubicación espacio-temporal, o como con un neologismo<br />
la denominamos, cfonotópica. Según estas dos fundamentales esencias,<br />
ninguna obra de arquitectura lo es si esencialmente deja de perseguir<br />
la habitabilidad en sus construcciones y espaciales, y tampoco lo será si<br />
por desubicarse en la espacialidad geográfica o en la temporalidad histórica,<br />
deja dfe alcanzar las mismas metas finales que, según hemos<br />
dicho, son la causa misma de la creación.<br />
El tema de la subjetividad y de la objetividad ofrece un bastísimo<br />
campo de estudio por los nexos que, al ahondarse, van encontrándose<br />
con amplísimos y complejos tópicos pertenecientes a otras disciplinas:<br />
la Gnoseología, la Metafísica, la Filosofía de la Cultura, la Estética.<br />
Como podrá colegirse, esta circunstancia hace más complejo nuestro<br />
desarrollo y, de atender la invitación que cada una de estas ciencias nos<br />
extiende a penetrar en su propio reino, requeriríamos una extensión y<br />
una síntesis tal, que con<strong>ver</strong>tiríamos en nebulosa lo que a toda costa<br />
intentamos aclarar. Uno de los mayores problemas radica en que cada<br />
una de esas disciplinas presenta doctrinas di<strong>ver</strong>gentes y hasta opuestas<br />
entre sí, por lo que se precisa tomar el camino que al propio juicio<br />
parezca mejor equilibrado, aunque se apoye en di<strong>ver</strong>sas direcciones<br />
a la vez.<br />
Mejor que por un camino abstracto, parece más productivo penetrar<br />
en nuestro tema por un caso histórico que nos facilite su planteamiento