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ESTRUCTURA TEÓRICA DEL PROGRAMA ARQUITECTÓNICO 353<br />
contacto directo con el problema para, aunque este fuese elemental y<br />
escolar, o sea muy alejado del contacto que en un problema profesional<br />
es indispensable obtener, de todos modos colocaba al alumno en vías de<br />
una mejor postura ante la imaginación de formas que se alejasen de la<br />
rutina y tendiesen a solucionar los problemas a cuya vivencia se les<br />
impelía. Más tarde, el absurdo número de alumnos fue sustituyendo<br />
esta lógica técnica por la tradicional de dar al alumno un esquema de<br />
programa con el sólo propósito de que, al suponerlo obtenido por él, se<br />
ejercitara en la creación espacial. Los resultados han sido manifiestos<br />
en todas nuestras escuelas. Se ha desvirtuado la enseñanza y el ejercicio<br />
de la composición, pues que, al cortarle la raíz y el inicio, difícilmente<br />
puede llegarse a otra cosa que a una rutina de tipo neo-académico o a<br />
las reacciones sub<strong>ver</strong>sivas que estamos presenciando. Creo que requerimos,<br />
ante el tremendo problema del número de alumnos, buscar un<br />
camino que pueda colocarlos en el camino recto de la auténtica creación,<br />
con todos los escollos que representa y los peligros de que está rodeado;<br />
pero paréceme indispensable enfrentarse con todos a cambio de obtener<br />
soluciones a los probleinas que, tarde o temprano, se presentarán en toda<br />
su realidad y crudeza al alumno y entonces, sin la preparación conveniente<br />
o sin el criterio de arte sano y actual, nuestra arquitectura, que<br />
tanto ha merecido en lo que va del siglo, o se estancará o regresará a<br />
los tiempos del arcaísmo temporal, como ya comienza a palparse en<br />
ciertos sectores escolares impresionados quizás por la dirección pasajera;<br />
así lo esperamos, que algún sector oficial ha dado a su obra. Y esperamos<br />
que sea pasajera porque, de no inspirarla una auténtica raíz cultural,<br />
seguramente no podrá ser sino un brote más de individualismo<br />
que, como decíamos en otro período de nuestro estudio, al perder el<br />
arraigo a la colectividad, automáticamente se acaba la sabia y se promueve<br />
la sequedad y la nulificación.<br />
Como ilustración, mostramos dos hojas de un cuestionario para la<br />
investigación del problema de un hospital y un esquema de correlaciones<br />
funcionales. El primero, es el que formulamos para la primera campaña<br />
nacional de hospitales, emprendida durante el sexenio 1940-46, v<br />
el segundo, es uno de tantos formado por el Board of Health del gobierno<br />
norteamericano para orientar la organización y construcción de<br />
hospitales de pequeña capacidad y recursos limitados en la Unión Americana.<br />
Como decíamos también, todos estos instrumentos son, aparte de<br />
personales, auxiliares y pasajeras, ya que la auténtica expresión de la<br />
vivencia ante un problema sólo cabe en la forma espacial y construida<br />
arquitectónicamente por el creador. Ahí está, pues, el final de la pro-