07.05.2013 Views

ver PDF

ver PDF

ver PDF

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ESTRUCTURA TEÓRICA DEL PROGRAMA ARQUITECTÓNICO 367<br />

que la alimenta, siéndole, no obstante, independiente: la tendencia colectivista<br />

que también nos envuelve por todos nuestros costados. La técnica,<br />

al obtener o propender a satisfacer necesidades y supernecesidades con<br />

el menor esfuerzo del usuario del producto técnico, justifica su meta de<br />

ahorro de tiempo, de esfuerzo y de costo precisamente por este carácter<br />

colectivista actual, se trata de proporcionar a los más, lo más con el<br />

menor esfuerzo y costo y, por otro lado, sin esta meta sería imposible<br />

lograr lo que la industria actual logra, ya que la producción masiva hace<br />

posible perfecciones y costos que de otro modo serían punto menos que<br />

impracticables.<br />

La arquitectura, necesariamente recibe el impacto directo de esta<br />

tendencia colectivista: cada obra individual no podemos ahora enfocarla<br />

sino como parte alícuota del conjunto a que pertenece. Los linderos<br />

del programa individual se ligan con los del programa general y<br />

por lo tanto, colectivo. Nada, pues, más fuera de realidad que asegurar<br />

que la arquitectura es individualista y que el urbanismo, por lo contrario,<br />

es colectivista. Desde los tratados más antiguos, el de Vitrubio mismo,<br />

encontramos que lo primero que se hace es ubicar la ciudad, y de muros<br />

adentro se va estructurando el urhis, la urbe, la ciudad, hasta llegar a los<br />

locales más íntimos de la casa más privada e individual. Lo que hemos<br />

ya estudiado nos hace <strong>ver</strong> que la unidad del programa desautoriza, de<br />

una vez por todas, la idea de que en arquitectura sólo cuenta la individualidad,<br />

pues que hemos comprobado ser el centro de una serie<br />

de círculos que se abren radialmente hasta abarcar en último análisis a<br />

la colectividad máxima, que es el género humano.<br />

Así, el colectivismo, como la técnica, siendo característica del tiempo<br />

que nos ha tocado históricamente vivir, requieren por parte del arquitecto<br />

su aceptación, ciertamente, pero también su inteligencia y comprensión.<br />

Evitar lo que estamos presenciando por de modo tan fácil<br />

haber equivocado el camino y confundir lo que es un renglón del programa<br />

actual con lo que es solución para otros lugares y para programas<br />

locales, cuando menos parcialmente, diferentes a los nuestros y de<br />

otros muchos lugares del planeta.<br />

En varios de nuestros anteriores capítulos, habíamos referido los<br />

casQS de desubicación espacial o tópica y de ínhabítabilidad a que ha<br />

conducido la reproducción irreflexiva de las formas de solución alcanzadas<br />

en climas, idiosincracias y economías distantes de las nuestras. La<br />

evidencia de estas fallas, espero que hayan sido comprobadas no sólo al<br />

través de los casos ejemplares citados, sino sobre todo, en la experiencia<br />

personal de cada uno, por lo que ahora, mejor que vol<strong>ver</strong> a señalar Ja

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!