ver PDF
ver PDF
ver PDF
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
354 MEMORIA DEL COLEGIO NACIONAL<br />
gtamación, comprobándose así nuestra primera adquisición, la que identificó<br />
el programa con las finalidades-causa. £1 programa es causa y<br />
a la postre, es finalidad y así su expresión se causa en los problemas,<br />
comienza a vivirse en el programa y cierra el ciclo en la obra misma.<br />
Para el arquitecto de <strong>ver</strong>dad no hay expresión perfecta fuera de ella,<br />
del mismo modo que la música ejecutada y escuchada es la única música,<br />
pues que la escrita, la representada, sólo es eso, representación convencional<br />
y técnica de aquélla, la música de <strong>ver</strong>dad.<br />
En nuestro esquema, el tercer parágrafo se refiere al tercer determinante:<br />
el de las condiciones económicas en que la obra debe crearse.<br />
Hemos anotado de igual modo que para el destino, orientaciones para<br />
atacar el punto ante el problema. O se parte de un costo prefijado o se<br />
llega a uno resultante de solucionar las exigencias de espacio. El rendimiento<br />
es otro punto de limitaciones para el creador. Comercialmente<br />
es bien sencillo señalar el rédito que deba representar la in<strong>ver</strong>sión hecha,<br />
aunque en la generalidad de los casos es bien difícil que el arquitecto<br />
sepa plegar sus generosas ansias de crear y también las personalistas de<br />
brillar, al limite que se le asigna programalmente, dando lugar a multitud<br />
de conflictos que no sólo dañan a quienes intervienen en el caso,<br />
sino, lo que es grave, al gremio en su totalidad por generalizaciones<br />
que no siempre tienen razón suficiente de hacerse, pero que se hacen.<br />
Desde el punto de vista social, es más difícil avalorar en números la<br />
representación que deba tener el límite económico de obras cuyo proveclio<br />
colectivo es el que manda. En todo tiempo me ha parecido este<br />
un tema que poco o nada atienden los países de economías modestas,<br />
como son el nuestro y los hermanos de iberoamérica. Nuestras planificaciones<br />
difícilmente comprenden la lógica elemental de frente a las<br />
necesidades a resol<strong>ver</strong>, poner los medios disponibles para ella. Por lo<br />
contrario, frente a las necesidades se alza el interés personal de uní<br />
administración, los dineros de la colectividad muy rara vez alcanzan el<br />
rédito social que exigen y les corresponde. Por esto, cuando en una campaña<br />
nacional, como la que ahora se lleva al cabo con tanto vigor en la<br />
construcción de escuelas, se sacrifica el lujo y el personalismo, sustituyéndolos<br />
por aulas y más aulas. No tengo inconveniente en traer una<br />
y otra vez, como alto ejemplo de auténtica actitud profesional y patriótica,<br />
esas escuelas modestas, asentadas en lugares ignotos de nuestro<br />
suelo. Creo sinceramente que este es el camino a tomar en lo que tratamos<br />
y también en lo referente a la programación positivamente auténtica,<br />
la que, sin apego al yo, sino a la colectividad a que sirve, se vive<br />
con decisión y sin temor el problema en todos sus aspectos y con todas