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antigüedades, adquirido cn sus viages, bastará recordar
la elegante inscripción latina que, grabada cn la lápida
de uno de los puentes del Turia ( G
), patentizará á los
siglos venideros su conocimiento de la lengua de Cicerón.
N"¡ le honra tampoco menos su aprobación á la
gramática de Iriarte, reconocida de orden del Soberano
español. ¿Pero dónde voy? ¿Qué son estas pequeneces
comparadas con su grandiosa obra de las monedas
Hebreo-Samarilanas ' En ella se renionló al cielo de su
gloria; en ella apareció el primer anticuario de Europa
; ella le inmortalizó y dio honor á la nación que
habia sostenido su cuna.
He indicado ya cn otra parte que Bayer recogia
cuantas monedas antiguas podia haber á sus manos,
así romanas como españolas, godas, griegas, árabes,
fenicias y samaritanas. Eirme y constante en el principio
de que las lenguas fenicia y griega derivaban de la
hebrea, conoció que para poder lijar con exactitud el
peso, caracteres c inscripciones de las monedas españolas,
desconocidas de siglos muy remotos, era antes
necesario determinar las inscripciones , caracteres y
peso de las hobrco-samarilanas, para que sirviesen de
termómetro en el análisis de las oirás. Esto es, pues,
en breves palabras lo que hizo en la obra de este titula,
digna de todo el aprecio de la posteridad por la
elegancia del estilo, la fuerza de los argumentos, la
sagacidad de las observaciones y el conocimiento de
las antigüedades.
Esta obra, no solo aclaró y resolvió la cuestión sobre
la legitimidad de las monedas hebreosamarilanas,
sino que resuella ésta, condujo en los años posteriores
á la Real Academia de Inscripciones de Paris á investigaciones
de mas bulto. Porque facilitando la clave de
caracteres desconocidos basta entonces, pudo imponer
mas y mas á los sabios en el conocimiento de la lengua
; y á éste, al parecer fácil medio, se han debido
traducciones interesantes que han ilustrado puntos oscurísimos
de la historia y legislación antigua.