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los riegos vigentes, y habiéndole verificado cl din 9
de Febrero de. 1816 ¡1 les inmediaciones ilc Murcia
en un bancal de tres tablillas de barbecho , del partido
de la Condomina , dispuesto con un canal de
lindera del marco de la hila, residió ser indispensables
cinco de éstas para el riego de cada laliulla en
la duración de una hora. Con los releí-idos antecedentes
Se Turulo el cálculo de la cantidad de agua
prec.sa para atender i las necesidades de las espresadas
huertas , demostrándose por él , que , después
de hacer las ordinarias deducciones según reglas de
hidráulica, y según la pr.ielica de agricultura del país,
debían correr perennemente por el rio 3.615 hilas para
el completo surtido de aquellas; pero siendo las encontradas
sobre la presa de la Conlraparada 1.530, resultaba
el déficit asombroso de 2.085.
Con este motivo conviene observar que si bien, á
pesar de lan enorme falta, se riegan las indicadas huertas
, únicamente se debe á la disposición económica
con que se aprovechan las aguas del Segura, y á que
las corladuras ó azarbes de las mismas, corriendo mas
profundas (pie las acequias, reciben las colas de éstas,
y las filtraciones de las tierras, que, sin dicha disposición
, se convertirían en prados acuosos y saladares,
alemlida la calidad y situación del terreno que ocupan;
reuniendo además aquellos los cortos manantiales de
los montes laterales que encierran la vega de regadío.
Todos estos productos , entendidos por aguas muertas
, corren por dichos acueductos, basta que la inclinación
natural de la huerta saca algunas á regar
en el término'de Orihuela y oirás. Huyendo al rio,
vuelven á estraerse por medio de nuevas y sucesivas
presas para continuar regando el terreno de la parle
di 1 E., y con esla alternativa de aguas vivas y muertas
llegan los cauces hasta las inmediaciones del mar. Siendo
constante, por las razones precedentes., que sí el
caudal del Segura no se fuera rehaciendo con tales
alternativas de recibir ahajo , aunque con grande