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describirlo. A mas de los obstáculos que tienen que
vencer en sus principios los que se dedican á la lengua
hebrea , aumenta la dilicullad de aprenderla la falta
de una gramática (") y de un diccionario hobreohispano.
Pero el celo y la instrucción del Señor Bayer
lo suplieron lodo, pues diciaba á sus discípulos cuadernos
en que recopilaba las reglas mas importantes,
y reunía la teórica á la práclica. Todavía existen sugetos
á quienes cu|K> el honor de asistir á aquella escuela
presidida por un varón tan eminente; y se glorían aun
de deber sus conocimientos á tan sabio maestro. Nunca
estuvo tan bien ocupado el asiento de esta Cátedra como
en aquel tiempo. ¡V |>or qué no había de ser eterno?
¿No estaba Bayer en su patria, amado de sus
amigos, respetado de sus discípulos, colmado de honores
y lleno de todas las satisfacciones que puede disfrutar
el hombre virtuoso bajo el cielo en que ha visto
la luz? No, ¡lustre Valentino, no abandones ese asilo
donde eres tan útil á tus semejantes: los países estraíios
pueden ofrecerle mas gloria , pero no mas amor.
¿Y acaso serás mas feliz lejos de tantos objelos que forman
ahora tu ventura, lejos del suelo donde te viste
coronado de los primeros laureles, lejos en fin de una
patria que te adora, donde vives tan tranquilo y honrado?
Mas ¡ay! las almas grandes no caben en espacios
reducidos : la de Bayer quiere estender sus conocimientos,
quiere volar á beber nueva instrucción, cuya
sed le atormenta. Despídese el Valenciano de sus amigos,
riega con lágrimas el seno de su madre, y parte
á donde le llama el genio del saber: parle á Salamanca
á ocupar la Cátedra de lengua Santa que el Bey confió
á sus talentos á propuesta de aquel Estudio.
Cuando Bayer , pues , se vio en él, cercado de
tantos literatos que apreciaban su mérito; cuando se
vio unido á ellos con los lazos de unas mismas aficiones,
creyó respirar un ambiente mas puro, le pareció
estar en las mansiones eternas.