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licito al hombre entregarse á lisonjeras esperanzas,
cuando sus cálculos c investigaciones descansan sobre
una sana lógica, sobre las opiniones de autores respetables,
y lo que es mas, sobre la espericncia que nos
ofrecen otros pueblos y países, mi corazón disfruta
ya de esta anticipada satisfacción. Eu efecto, ellos se
apoyan sobre dos bases que parecen incuestionables:
1.*, destruir con una mano fuerte é ilustrada todos los
obstáculos que impiden cl desarrollo, la corpulencia y
la fructificación de este árbol útil y provechoso quo se
halla radiado de abrojos y espinas, á impedir que su
eucorbe y desfallezca al peso insoportable de sus ramas
estériles y nocivas: 2." , separar el ya incumbir , \ iejo
ó vicioso, para que no infeste el plantío sano y fructífero.
He aquí cn pocas palabras la recapitulación de
esta primera parte de mí memoria. Vendrán enhorabuena
dificultades y contradicciones, siempre hijas de
espíritus débiles y asustadizos, pero ¿que establecimiento
público no los tuvo en su origen? ¿ni cual
pensamiento nuevo, por mas fundado y luminoso, dejó
de sufrirlos de la malicia ó la preocupación? „No
se hace lo que no se intenta , decia el Señor Lardizabal
("), y acaso la misma práctica haría ver que las
dificultades son menos y mas superables de lo que parecen;
y al cabo, los bienes que de su ejecución deben
seguirse al reino, y los males que de no hacerlo se le
originan, deben ser un poderoso estímulo al Gobierno
¡tara procurar vencer todos los obstáculos que pueden
ofrecerse." ¡Dificultades! ¿Y cómo se vencieron en
Florencia, Munich y otras mil partes no hace muchos
años? ¿y cómo se están venciendo en el dia en nuestra
Valencia ? Además que todo licué su graduación, y cl
establecimiento de todo proyecto la reclama con mayor
razón. Principiando por lo mas poco y mas pequeño
se camina al fin, siempre que baya convicción de
la conveniencia, y constancia en la ejecución, porque
como decia el Conde tle Huinford (1?J¡ ,,Para formar
cualquier empresa se necesita lo primero , iulcresar eu