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labranza 3' ganadería de la Hnvana son prueba de esto
mismo, y tle que la agricultura no lia llegado aun al
estado llorcciciitc tpie puede tener en la isla de Cuba,
V que prometen sus adelantos progresivos. Solo en los
Lstados-Unidos, y aun esto de pocos anos á esta parle,
es donde va perfeccionándose de un modo sensible,
gracias al considerable aumento de población «pie adquiere
cada clin , y que proporcionando el número de
Habitantes á la superficie de su suelo, bace pensar á los
labradores en los medios de 1
volver á las lierras con los
abonos la fertilidad que van perdiendo por la continuación
de cosechas que las esquilman, pues ya no les
es fácil hallar tierras vírgenes sin separarse demasiado
de las habitaciones.
Merece tener cabida en este escrito el modo con
que se han formado la mayor parte de las poblaciones
de la América septentrional, según relación del doctor
Franklin. Capitalistas ricos, y á veces compartías de
comerciantes, compran del gobierno terrenos incultos
y selvajos de grande estension á orillas de los lagos ó
rios que comunican con la costa ; y como los adquieren
por poco dinero, los olvidan hasta que se presente
ocasión de venderlos en pequeñas porciones. Los primeros
habitantes de estos tierras .son por lo general
cazadores olemancs, escoceses ó irlandeses, que no tienen
mas propiedad que su fusil, ni mas industria que
la caza , y qué forman al lado de una fuente ó de un
arroyo una choza donde retirarse. La carne «le los animales
qué matan lea sirve de alimento , las pieles y
grasas para adquirir municiones y algún objeto de
comodidad ; y cuando no tienen «pie hacer van des.
montando un trocito de tierra donde sembrar maíz,
algunas legumbres y tabaco. Si la caza se concluye en
aquel distrito i venden á cualquier labrador su choza y
buerlecilo para pasar á establecerse mas allá é internarse
en los bosques. El nuevo colono va trabajando
en el desmonte basta donde le permiten las fuerzas de
au lamilla y sus facultades pccui:iari:.s 1 1 primer año