T - DSpace CEU

contraria opinión. No cstrañemos, pues, que principiasen
á llover criticas y sátiras contra Bayer por el
imperdonable crimen de liabcr demostrado la impostura.
Pero la irresistible elocuencia que manaba de su
producción ("'), la pureza de su estilo, la verdad y
fuerza de las razones triunfaron de sus enemigos, y
tuvo la honrosa satisfacción de que el Sumo Pontífice
Benedicto XIV y el Cardenal Orsi se pronunciasen
abiertamente en su favor. Tan respetables votos no
podian menos de cerrar la boca á sus impugnadores,y
de atraerle la admiración general , pues desde aquel
dia fue mirado como un oráculo, cuya opinión era
decisiva en materias literarias.
No podemos pasar en silencio que el Señor Bayer
fue admitido á besar la mano á su Santidad, quien le
cobró un sincero afecto. Mantuvo correspondencia toda
su vida con el Vicario de Jesucristo, que le lisongeó
con los epítetos mas cariñosos y apreciablcs en sus
cartas. Tal era el concepto que gozaba en Roma.
Coronado de tantos laureles, como habia conseguido
cn su largo viage; cargado de tantas preciosidades,
manuscritos, códices, medallas, inscripciones, epitafios
y otros objetos antiguos; poseído de la grata satisfacción
de haberse grangeado por todas parles amigos,
de haber tratado á los principales sabios, y haber merecido
el aprecio, no solamente de la nobleza romana,
sino también del Sumo Pontífice, determinó su regreso
á España, ¿Quien podrá espresar los dulces sentimientos
que ocuparían su noble corazón al divisar el
suelo de su amada Iberia? ¿Cómo podría combinar las
impresiones de gratitud que habían grabado en su alma
los continuos beneficios recibidos de los italianos, con
el inexplicable placer de abrazar á sus caros conciudadauos?
Hermoso contentamiento de las almas grandes,
premio debido á la virtud, tú inundas de gozo en estos
momentos el pecho del ilustre Valenciano; tú conservas
la tranquilidad en él y le haces lan feliz como
puede serlo el mortal eu este mundo.