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conocimiento de lo historia, y que le parece vergonzosa
hasta su misma impugnación.
(•') Como este es uno de los hechos que mas contribuyeron
.1 realzar el mérito de Bayer, nos parece
no deber privar á los lectores de esta carta, que copiamos
á la letra.
J. ,1/. J. ^ Habiendo oidn , entendido y reflexionado
los repttros que COatta la legitimidad de los nuevos docu-.
nu-ntos de Granada lia apuntado el Señor Dr. D. Eran-,
risco Pérez Baytr J en vista de las estampas j otros
dibujos, con algunas lecciones de sus raros caracteres
y letras de compendio: debo decir que muchísimos de
ellos no se me han Ofrecido j ni oído á otro alguno erudito,
y desde luego confieso que son mu> fundados, como
hijos de su grande ciencia y conocimiento pro tico
de monumentos de la antigüedad, adquirido, no solo paila
lección de los mejores autores de esta materia , sino
también por el manejo de toda casta de documentos origínales
que ha visto en su famoso viage ti Dalia. A
esto se llega su grande inteligencia tle los idiomas hebreo,
griego y árabe, tan conducente para poder conocer ti
fondo los particulares idiotismos y frases de la antigüedad,
principalmente griega y latina, en anos caracteres
están los mas de los documentos granadinos. Por
esta falta de conocimientos en muchos de los sugetos
que be tratado y comunicado los descubrimientos granadinos
, con deseo ingenuo tle aquilatar su legitimidad
en el crisol de la disputa, no he encontrado las dificultades
, que en el espurio de doce tlias, en que hnmanisiniiimentc
me ha tenido y favorecido en su casa di ho
Señor, me ha espuesto en muchas varias conferencias
delante de otro caballero (el Señor Díaz de la Guerra)
verttaderamenle erudito é imparcial
Esto no obstante, r r/;ie en asunto tle otra materia
podia ser sobrado fundamento para una resolución decisiva.,
consitleraiido que la anlit:uaria es una de las
mas falibles, por no sujetarse ti unos determinados elementos
que sean couíu.iitemente seguros entre todos: