El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
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árabes, le dieron a ésta características tan fanáticas que los llevó a considerar<br />
inferiores y despreciables a quienes profesaran otra religión, especialmente el<br />
cristianismo, por lo cual ni siquiera trataron de convertir a los búlgaros a la<br />
religión del Islam. No obstante, muchos nobles y terratenientes que nunca habían<br />
sido sinceros cristianos, queriendo congraciarse con los turcos, adoptaron el<br />
islamismo formando el grupo de "pomatzí", conversos. Sin embargo de eso, el<br />
patriarca de Bizancio llegó a pactar con el emperador turco, Mohamed II, la<br />
autoridad de la Iglesia en la Península, logrando crear en Ojrida un patriarcado<br />
greco búlgaro en el que ejercieron su dominio los eclesiásticos griegos, no sin<br />
pagar por ello sus buenos tributos al sultán. De esa manera, el cristianismo puro y<br />
sencillo de los eslavos se vio dominado y perseguido; por un lado, por los<br />
mahometanos y, por el otro, por los fanariotas.<br />
La cultura búlgara, con sus tradiciones y valores históricos, tendía a<br />
desaparecer. En las escuelas se impartía la enseñanza en idioma griego con<br />
marcados elementos turcos, habiendo sido vedado el alfabeto cirilino. Incluso en<br />
las iglesias la liturgia eslava había sido prohibida. Pero, felizmente, la luz siempre<br />
traspone las más densas tinieblas como un rayo de la Divina Gracia. Aún<br />
limitada, una activa vida cultural se desarrollaba secretamente en los monasterios<br />
búlgaros del Monte Athos, en Calcídica, especialmente en el de Jilandar, donde<br />
se habían ocultado los viejos manuscritos eslavos que encerraban un incalculable<br />
tesoro, fruta de centenares de años de recopilaciones históricas y religiosas.<br />
Desde allí, un místico iniciado, el santo monje Paisi, logró encender la chispa de<br />
la perdida nacionalidad en el alma de los búlgaros tras haber escrito un libro<br />
titulado "Historia Eslavo-búlgara de los Zares, del Pueblo y de los Santos de<br />
Bulgaria", Esta obra fue difundida clandestinamente por todo el país entre los<br />
eslavos y de ella derivó un poderoso movimiento literario que fuera continuado,<br />
más adelante, por el historiador y poeta Rakovski, propulsor idílico del<br />
levantamiento contra los turcos y el dominio musulmán. Los monjes abandonaron<br />
los monasterios para recorrer toda Bulgaria predicando la fe perdida y enseñando<br />
el antiguo idioma nacional, en tanto que luchaban por conseguir una iglesia<br />
independiente de la griega. No eran momentos para permanecer en los claustros.<br />
Un febril empuje interior los instaba a la acción, mezcla de mística y patriotismo,<br />
como si en realidad hubieran sido llamados por designio divino para la gran<br />
misión de despertar a su patria sojuzgada. Tan activa y compacta fue la obra de<br />
los religiosos eslavos que, finalmente, en 1870 el sultán accedió a reconocer el<br />
exarcado independiente de Bulgaria cesando, de ese modo, el clero griego en su<br />
hegemonía. <strong>El</strong>lo provocó, como era de prever, la excomunión en masa del exarca<br />
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