El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
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llega porque no te levantas para abrirle la puerta al pan que está esperando afuera.<br />
No hay necesidad de prolongar tanto la oración. Detente un instante y .espera la<br />
respuesta. Se debe establecer el silencio para escuchar los golpes que desde<br />
afuera está dando el pan. <strong>El</strong> hombre debe estar alerta para levantarse al primer<br />
golpe y abrir de inmediato su puerta. Así se hará servidor del pan y éste, por su<br />
parte, buscará la manera de ayudarle. Pero tú estás sentado en tu silla, muy<br />
cómodo y al oír que golpean dices: '¡Entre!'. ¿Cómo entrará el pan si tú has<br />
cerrado con llave tu puerta? Entonces, cuando las bendiciones divinas llegan al<br />
mundo tú te levantarás, abrirás tu puerta y las invitarás a entrar. Cada hombre<br />
tiene tres puertas por las cuales hace pasar a sus visitas. La primera es para las<br />
visitas del mundo material; la segunda, para las del mundo espiritual, y la tercera,<br />
para las del mundo divino, o sea, para los más elevados seres.<br />
"Alguien dice: 'Yo he pensado mucho sobre este asunto, pero de él no he<br />
sacado nada en limpio'. <strong>El</strong> que mucho piensa se parece a aquél que mucho reza.<br />
No hay por qué rezar mucho ni pensar mucho. Si rezas mucho, si sientes mucho,<br />
si piensas mucho y no abres la puerta al enviado del Mundo Divino que golpea<br />
para ayudarte, tus asuntos quedarán sin solución. Tú dices que no puedes abrir<br />
porque estás haciendo un trabajo importante, estás rezando. ¿La oración es un<br />
trabajo? ¿Pensar es un trabajo? ¿Sentir es un trabajo? <strong>El</strong> hombre siempre tiene<br />
que hacer un análisis interno de todas las ideas que operan en su conciencia para<br />
poder aprovecharlas. Si no hace tal análisis no tendrá correctas comprensiones y<br />
sus asuntos no se arreglarán.<br />
"Hoy difícilmente se comprenden ciertas cosas. Encontraréis hombres que<br />
han terminado estudios superiores en varias facultades y son capaces de resolver<br />
muchos problemas complicados sin poder entender lo más elemental en la vida.<br />
Frecuentemente tropiezan con alguna verdad que los niños comprenden pero<br />
ellos no logran comprender. Por ejemplo, algunos eruditos no pueden<br />
comprender por qué se debe rezar. La oración es un acto del corazón y no de la<br />
mente. <strong>El</strong>la pertenece a un mundo especial; pero, como los eruditos viven en un<br />
mundo completamente distinto, se les debe traducir el significado de la oración<br />
para que, recién entonces, puedan comprenderla. <strong>El</strong> erudito dice: 'Rezar a Dios<br />
comprende pedirle algo; entonces, ¿por qué yo debo ocupar a Dios con mis<br />
asuntos?'. Tiene razón el erudito, pero sólo en un aspecto que aclararé con esta<br />
pregunta: ¿Debe el hombre rico rogar al panadero que le dé pan? No, él le<br />
entregará dinero a su sirviente y lo mandará a comprar tanto pan como necesita.<br />
En la oración hay un estado natural espontáneo, divino; si el hombre llega a este<br />
estado, debe rezar.<br />
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