El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
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Por ejemplo, tú amas a alguien, pero un día la persona amada te ofende.<br />
Inmediatamente tu amor se corta. Entonces dices: En un tiempo amé pero ya no<br />
amo a nadie. Para saber distinguir el amor ve al manantial y observa cómo actúa.<br />
Aunque trates de ofenderlo, ininterrumpidamente manará. Haz lo mismo con un<br />
hombre y verás que si hoy te da agua, mañana te la negará. Porque el manantial<br />
humano a veces fluye y otras se seca. Tú lloras ante un seco manantial y dices:<br />
¡Se ha secado el divino manantial! No, si se ha secado, no es manantial divino.<br />
Luego dices: "Mi corazón está vacío. No, tu corazón no está vacío, se ha secado<br />
tu cántaro".<br />
<strong>El</strong> amor es la base de la convivencia fraternal. Izgrev no tuvo otro estatuto<br />
ni reglamento que no fuera la ley del divino amor. <strong>El</strong> Maestro había dicho:<br />
"Como hermanos, debéis desarrollar en vosotros el sentimiento de la admiración<br />
que se expresa en el respeto mutuo. Quien ha desarrollado en sí el amor de Dios<br />
sabe desarrollar el sentimiento de admiración. Sólo lo bello en el hombre se ama.<br />
Cuando digo que Dios ama aun al pecador, ama lo bueno que en él reside. Cada<br />
uno debe ser como el artista que ve siempre lo bello. Para que no os enlodéis, no<br />
os detengáis sobre la impureza humana. <strong>El</strong> pintor pinta al hombre con su mejor<br />
ropaje; haced vosotros lo mismo. Al crear la imagen del hombre en vuestra alma,<br />
vestid le con sus mejores ropas. Todo cuanto vemos constantemente nos recuerda<br />
el amor divino. Tened siempre un corazón agradecido porque andáis por un<br />
mundo donde todo está previsto. Hay que agradecer por todo cuanto brinda la<br />
naturaleza inteligente; por todos los pensamientos y sentimientos luminosos, por<br />
todas las estrellas que vemos, el sol, el viento, la lluvia, las nubes. Así solamente<br />
os capacitaréis para resistir las poderosas vibraciones del amor que despertará en<br />
vosotros. Quien se haya acercado al manantial del amor siempre ha recibido algo<br />
de él. Para purificar vuestra vida, debe pasar por ella una fuerte corriente del<br />
divino amor. Dejadla correr a través de vosotros para que os prepare a recibir la<br />
nueva vida. <strong>El</strong> amor es fuerte corriente que arrastra consigo toda impureza. La<br />
pureza es un rasgo característico del amor y un escudo protector del hombre. Que<br />
toda vuestra vida sea manifestación de este infinito e ilimitado amor que actúa en<br />
el cosmos. Que todos vuestros pensamientos, sentimientos y acciones sean su<br />
demostración. Recibir el amor divino es la realización de la voluntad de Dios; es<br />
la puerta angosta, el sendero estrecho por el que todos deben pasar. Alguien<br />
puede pensar que su amor es pequeño. No importa; por más pequeño que sea<br />
debe manifestarlo. No se debe cerrar el corazón a Dios ni al prójimo. Cuando<br />
esperamos lo divino debemos ser como las flores que aguardan el sol. Abrid el<br />
corazón a la luz del día y floreced. Sed como los manantiales que fluyen<br />
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