El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
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luego os echará. Es un gran arte el poder detener para uno mismo lo bello que se<br />
obtiene. Si la princesa os quita el monedero, quedaréis a mitad de camino, llenos<br />
de privaciones y dificultades. ¿Qué haréis, entonces? Lo mismo que hizo el niño<br />
mimado. Seguiré con el cuento:<br />
"Después de haber sido echado de palacio, el joven se vio precisado a<br />
partir hacia una solitaria isla, lejos de los hombres y lejos de su madre, de quien<br />
había tomado todo cuanto tenía. En esta isla había muchos manzanos e higueras.<br />
Entonces, sucedió que al probar una manzana comenzaron a crecerle cuernos en<br />
la frente; pero luego, felizmente, al comer los higos le desaparecieron los<br />
cuernos. Esto le sugirió la idea de venganza. Llenó dos grandes cestos con los,<br />
frutos de la isla, uno con manzanas y otro con higos, y se embarcó para el reino<br />
vecino. Al llegar, se alojó en la casa de una anciana donde dejó el cesto de higos<br />
y salió por la ciudad para vender manzanas. Así llegó hasta el palacio y vendió en<br />
él los más rojos y grandes frutos, como no los había en todo el reino. Las<br />
manzanas fueron servidas a la familia real y a la nobleza y a todos, sin excepción,<br />
les crecieron los cuernos. Entonces el rey ordenó que se buscara al vendedor de la<br />
fruta, pero todo fue inútil, no, se lo pudo hallar por ningún lado. <strong>El</strong> rey ya no<br />
sabía qué hacer. Comenzó a llamar a los mejores médicos, pero ninguno encontró<br />
la forma de vencer tan extraño mal, por lo que perdían sus cabezas. Finalmente,<br />
el rey prometió dar a su hija en matrimonio y la mitad de su reino a quien fuera<br />
capaz de librar de cuernos a la gente. Mientras tanto, el hijo mimado se había<br />
dejado crecer una larga barba y al enterarse de la propuesta real se presentó ante<br />
el monarca como gran sabio y mago, asegurándole que él curaría el terrible mal.<br />
Los que oyeron tal afirmación se miraron entre sí y murmuraban: '¡Pobre hombre;<br />
seguramente se ha cansado de la vida porque su cabeza habrá de acompañar a las<br />
demás!' Pero el sabio continuaba asegurando que él poseía el arte de hacer caer<br />
los cuernos; más dijo que para que tal cosa pudiera ser posible debía contar con<br />
ciertos objetos. En primer lugar, pidió un monedero. Al oír tal petición, el<br />
monarca hizo traer los más bellos monederos; unos de fino cuero y otros de ricas<br />
telas adornados con piedras preciosas. Pero el mago los rechazaba diciendo que<br />
esos no le servían. Entonces el rey recordó que su hija poseía un monedero muy<br />
extraño y se lo pidió. La princesa se negó a cederlo, por lo que el rey se vio<br />
precisado a ordenarle que lo entregara al mago. Así el monedero mágico volvió a<br />
manos de su dueño, quien no conforme con eso pidió el anillo, el vaso y la varita<br />
que la princesa le había quitado; más aún, le dijo al rey que esos objetos no serían<br />
devueltos pues sólo de esa manera el remedio podría actuar. Después, repartió<br />
parte de los higos entre el rey, la reina y los nobles, a quienes de inmediato se les<br />
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