El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM
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La figura del Maestro, de pie sobre una tarima, parecía envuelta en un<br />
nimbo sobrenatural. Los hermanos recibían su mensaje abriendo sus corazones a<br />
la nueva corriente vital que se les trasmitía. Habían olvidado sus viejas<br />
amarguras, sus desilusiones, sus dudas y temores, para sumergirse en la radiante<br />
luz de este momento sublime. No hay palabras para describir la embriaguez<br />
vivificante del discípulo en comunión con las sagradas fuerzas que fluían hacia<br />
él. En esos días de continua exaltación espiritual el discípulo es capaz de ver lo<br />
que hasta entonces no veía. Sus percepciones son distintas, más sutiles, y le<br />
permiten comprender aun aquello que el Maestro no pronuncia. Sagrado misterio<br />
de escuchar en el silencio aquello que no puede revelarse al oído común. <strong>El</strong><br />
Verbo se trasmite con el corazón y se recibe por el corazón.<br />
Después de haber asistido a una Congregación ya nadie podría dudar de la<br />
autenticidad del Maestro como tal y como Miembro de la Gran Fraternidad<br />
Blanca." Cuando un Iniciado de Jerarquía reencarna para cumplir determinada<br />
misión sobre la humanidad, no todos quienes a él se vinculan son capaces de<br />
reconocer su nivel. Mientras unos no advierten nada sobrenatural, ya sea porque<br />
son espiritualmente rezagados o porque en ellos el divino sentimiento permanece<br />
en su letargo, otros sí, en cambio, descubren algo sobrenatural en él, pero su<br />
apatía no les deja abrir los ojos plenamente. Sólo unos pocos lo reconocen como<br />
auténtico Maestro. Ven que todo en su personalidad, así como en sus acciones<br />
obedece a un orden extraordinario. Los que le han reconocido, son aquellos que<br />
recibieron porque supieron pedir y traspusieron el pórtico porque supieron<br />
golpear. Los que se transformaron en discípulos pudieron reconocerlo porque<br />
obedecieron la prevención de Cristo que dice: "Por sus frutos los conoceréis".<br />
Cuando un Maestro espiritual obra cristianamente en todos los momentos de su<br />
vida, sin ninguna excepción, y puede decir: "Haced lo que yo digo y cuanto<br />
hago", es porque pertenece a la Gran Fraternidad Blanca.<br />
Un Maestro es un ser libre. No necesita hacer vida de anacoreta ni vivir<br />
recluido en un claustro para conectarse con Dios; esos son para él estados<br />
trascendidos porque él vive en Dios. No necesita huir del mundo porque vino<br />
voluntariamente para trabajar en él. Es libre, porque puede desligarse de los<br />
vínculos del tiempo y trasponer los límites del espacio. Es libre, porque siendo<br />
absolutamente dueño de su cuerpo puede dejarlo cuando así cree que debe ser.<br />
Además, un auténtico Maestro, conocedor de las más profundas leyes de la<br />
naturaleza, es capaz de manejar su energía a voluntad, logrando aquellos<br />
resultados sobrenaturales, llamados milagros, tales como el trasladarse en un<br />
instante a grandes distancias y aparecer al mismo tiempo en varios lugares; hacer<br />
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