Diccionario Semántico Vulgar - Radio Verdad
Diccionario Semántico Vulgar - Radio Verdad
Diccionario Semántico Vulgar - Radio Verdad
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Chistes Sanos<br />
Aristipus: Una vez, un hombre le preguntó al filósofo Aristipus que por<br />
cuánto le educaba a su hijo. Aristipus le respondió: "Esto te costará 500<br />
dracmas.". Ante esa cantidad de dinero, el hombre protestó y dijo: "¡Ah!<br />
pero, si por eso yo puedo comprar una mula." Aristipus le respondió: ¡Ah!<br />
pues, ve y cómprala, y tendrás dos."<br />
¡Coche, Coche, Coche!: Un hombre tenía un hijo que se había ido a estudiar<br />
por mucho tiempo a los Estados Unidos. Un día, éste regresó a casa<br />
de su padre y comenzó a admirar la casita donde se había criado. Llegando<br />
al fondo del patio de la casa, vio el chiquero con los grandes cerdos adentro.<br />
Inmediatamente, le preguntó, con fuerte acento inglés: "Padre, ¿qué<br />
son estos animales tan sucios?" Su padre no le respondió nada, sino que le<br />
dio un gran empujón, y cayó adentro del chiquero. Al caer adentro, se le<br />
vino encima un gran cerdo queriéndolo morder. Inmediatamente, el muchacho<br />
comenzó a gritar: "¡Coche, coche, coche! Por la urgente necesidad,<br />
se tuvo que recordarse cómo se llamaba.<br />
Comiendo Guayabas: Una señora, tenía varios hijos y, un día, mandó a<br />
uno a hacer un mandado, pero, se fue y ya no regresó. La señora estaba<br />
muy afligida, pensando que algo le habría sucedido. Al rato, le pidió a su<br />
segundo hijo que fuera a ver por qué no regresaba su hermano. Pero, éste<br />
tampoco regresó. La aflicción de aquella señora se volvió más fuerte, y<br />
decidió enviar a su otro hijo, para ver por qué no regresaban los demás.<br />
Así, fue mandando uno tras otro a todos sus hijos, pero ninguno volvió.<br />
Ahora sí, su angustia era inmensa, y le pidió a su esposo que fuera a ver<br />
por qué no regresaban todos sus hijos, y se fue, pero tampoco volvió.<br />
Ahora sí, su angustia fue enorme, porque a saber qué les habría pasado a<br />
todos sus hijos. Finalmente, se fue ella a ver que sucedía, y tampoco regresó.<br />
¡Qué sucedió? Resulta que, cada uno de ellos, había encontrado un<br />
árbol de guayabas, y se quedó prendido comiendo guayabas. La señora<br />
227