Ponle un hielo - Facultad de Comunicación y Letras - Universidad ...

• La imagen y la apropiación de los espacios urbanos adquieren centralidad en la
construcción y reconstrucción de identidades juveniles, entre ellas las representaciones
del cuerpo, la exploración de los límites genéricos, etc. Así, el sentido del espacio público
no se pierde, si no más bien se reinventa.
• Vivimos en tiempos de la cultura de la imagen y los códigos que predominan no son los
discursivos como la conversación, sino los de representación del cuerpo a través de la
imagen. Se está para ser visto, no hablado. Se juega con los límites de la distinción
sexual. Importa el juego en sí mismo, el recorrido por las formas y no tanto su contenido.
• Características como la voluntad, el respeto a sí mismo y la creatividad, parecen claves
para asegurar un lugar en el futuro. Creen que para triunfar en la vida son necesarias
principalmente sus propias capacidades. Es decir, piensan que el éxito depende de su
esfuerzo individual, pero confiar en las propias capacidades no parece ser sinónimo de
egoísmo o individualismo.
• Por más que intentemos negarlo, los jóvenes son el motor de los cambios, le generación
de mañana, los profesionales del futuro y en pleno proceso de búsqueda de identidad,
pretendemos otorgarles el espacio que necesitan, desplegando una vitrina para que
muestren su individualidad a los demás.
• El problema radica en que ningún medio se ha hecho cargo de capitalizar sus intereses,
y ante la especialización de sus preferencias y la amplia gama de medios que tratan de
capturar su atención, han salido a la luz numerosas publicaciones de carácter
generalmente institucional - que por utilizar un lenguaje caracterizado por no dominar sus
códigos tienden al olvido (les hablan de tú, pero no logran un real nexo con sus
inquietudes). Sabemos que constituyen una masa crítica, optimistas frente al futuro pero
que buscan vivir el presente, predispuestos a la tolerancia, al pluralismo y que parecen
entusiasmados con la posibilidad de influir para construir una sociedad mejor. Tienen una
gran capacidad de consumo y se consideran consumistas, sin ver en ello algo
condenable.
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