Ponle un hielo - Facultad de Comunicación y Letras - Universidad ...

La segunda apela a un consumidor privado, ofreciendo contenidos que le
aseguren una mejor vida y conocimientos que tienen que ver con la cotidianeidad (sus
prácticas y quehaceres). Así, entregan ideas útiles para poder desenvolverse de manera
más adecuada y accediendo - “aunque sea ficticiamente - al mundo de los importantes” 28 .
En este contexto podemos dar cuenta de las revistas de espectáculos, en las cuales el
tema gira constantemente en torno a figuras mediáticas, en su intimidad o en su labor.
Asimismo, en esta clasificación también podemos citar a las revistas juveniles y
especializadas por sexo, que basan su contenido en patrones conductuales y culturales
del segmento, dando pautas de comportamiento, gustos, valores, moda, amor, etc.
Estos medios se comunican con el lector usando un lenguaje cercano, que los
represente ya que aquí no se trata de entregarles una verdad objetiva a través de hechos
o una autoridad en la materia que lo demuestre, sino que lo hacen por medio de un
discurso de “cómo debería ser”. Es decir, amparados en la aceptación y admiración por
una determinada moda o conductas aspiracionales.
El tipo de revistas al que nos referimos, corresponde a un determinado espacio
social, y si no existieran esas instancias estas publicaciones no tendrían razón de ser ya
que es su público el que las justifica.
Hay revistas que basan su contenido en sistemas de creencias, valores y
conocimientos. Su existencia se debe a la “existencia de un espacio intelectual y/o político
con una suficiente gravitación social, el cual debe tener: una fuerza crítica y creativa
elaborativa capaz de alimentar sus contenidos” 29 .
Además, tienen un público con un mercado delimitado y potencial con el cual
explotar la continúa publicación del soporte.
28 Giselle Munizaga. Ceneca: Revistas y Espacio Comunicativo, página 6.
29 Ibíd., página 7.
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