Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos

ÉPOCA REVOLUCIONARIA
I-9-
La corrupción humana en el
protestantismo anticristiano e
irracional.
En realidad es el fruto de los enredos escolares de
la época. No es original, sufre la estenosis que suelen
sufrir las ideas cuando se fosilizan, lo hacen tanto,
tanto, que al tiempo siguiente, ya no son capaces de
acoger la realidad tan rica y variada a fuer de
unificada.
Lutero viene a decir que “sólo la fe, don de gracia
divina, salvaba al hombre. Nominalistas como Occam o
Marsilio de Padua habían esbozado estas ideas en las
disputas escolásticas. Para Lutero la razón y la
voluntad del hombre están corrompidas, ni siquiera le
permiten apreciar el valor de las obras piadosas, y en
cualquier caso no pueden penetrar el designio de Dios,
sólo atenerse a las Escrituras”. Sólo el pensar que
esto -que enclaustra las realidades que nombra- indica
una profunda mediocridad mental. Esos argumentitos son
propios de dibujos animados, o muñequitas que dicen en
Venezuela. Ni la gracia es una palabra radical y
totalizante ni aislante, ni redención, ni sobrenatural
ni natural. Todo eso, está inviscerado y entrelazado de
forma muy patente y real. Además, los estudios
escolares se hacen como ejercicios de la mente sobre
los hechos divinos y humanos. Los que los hacen, no son
tan tontos –menos Lutero- para llegar a confundir unos
estudios o hipótesis escolares con el mismísimo mundo
terreno o celestial. Lo que sigue va averiado.
“¿Cómo puede el hombre saber de su salvación? El
tomismo (1), hegemónico en la Iglesia (2), establecía
que la razón, junto con la gracia, era un potente medio
de comprensión de la voluntad divina y una guía de la
práctica religiosa, y que las obras deben acompañar a
la fe. Para Lutero, la razón “es la ramera del diablo,
que sólo calumnia y perjudica las obras de Dios (...).
Debería ser pisoteada y destruida, ella y su sabiduría”
(...). es y debe ser ahogada en el bautismo” (3).
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