Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos

REVELACIONES
III-1
María propone cambios en la historia
personal
Luego dijo Nuestra Señora: “Vaya usted y coma
aquella yerba que hay allí”, y la niña lo hizo tal
cual le había mandado Ella. “Vaya a besar la tierra en
penitencia por los pecadores”, y así lo hizo también.
Todo sacrificio vale la pena pasar para acercarse
al mismo Dios que penar por Dios es poco por ser tanta
su bondad. Los humanos luchan y luchan, constantes para
alcanzar bienes terrenos a su gusto y paladar. Han de
hacer lo mismo para hacerse con el amor del Dios de la
eternidad. Lo serán capaces de hacer, si en lugar de
servir y amar a Dios con todo su ser, sirven y aman a
un dios todo tierra y lodazal, mortal y presto ya a se
acabar.
Ante este espectáculo los humanos, pobrecitos,
proceden con su ceguera que no les deja ver nada: “La
gente no lo comprende. Los incrédulos, los curiosos, la
toman por una loca. Sus mismos partidarios y amigos
están desolados, la regañan unos, y otros se burlan. No
pueden creer que la Señora le mande semejantes
tonterías”. ¡La ignorancia –y los humanos en lo divino
lo somos en sumo grado- es muy atrevida!
Los hombres sólo adoran y sólo se esfuerzan por sí
mismos como centros de toda su vida, y prácticamente,
por nada distinto. Es el egoísmo una idolatría, absurda
y muy nuestra, que nos cierra el alma a la luz de la
excelencia que mana del mismo Dios.
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