Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos
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Ayuda mariana<br />
“Que por momentos te faltan <strong>la</strong>s fuerzas’ -¿Por qué<br />
no se lo dices a tu Madre: consuelo <strong>de</strong> los afligidos,<br />
auxilio <strong>de</strong> los cristianos... esperanza nuestra, reina<br />
<strong>de</strong> los apóstoles”. (Camino, nº 515).<br />
Amor a María<br />
“El amor a <strong>la</strong> Señora es prueba <strong>de</strong> buen espíritu, en<br />
<strong>la</strong>s obras y en <strong>la</strong>s personas singu<strong>la</strong>res. Desconfía <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
empresa que no tenga esta señal”. (Camino, nº 505).<br />
El beneplácito divino nos distingue a<br />
todos y nos hace a todos igualmente<br />
pueblo suyo. (Don Vital).<br />
“En <strong>la</strong> distribución <strong>de</strong> los talentos naturales no<br />
está Dios obligado a conformarse a nuestros falsos<br />
principios <strong>de</strong> igualdad. No <strong>de</strong>biendo nada a nadie, Él es<br />
dueño absoluto <strong>de</strong> sus bienes, y no comete injusticia<br />
dando a unos más y a otros menos, perteneciendo, por<br />
otra parte, a su sabiduría que cada cual reciba según<br />
<strong>la</strong> misión que <strong>de</strong>termina confiarle. “Un obrero forja sus<br />
instrumentos <strong>de</strong> tamaño, espesor y forma en re<strong>la</strong>ción con<br />
<strong>la</strong> obra que se propone ejecutar; <strong>de</strong> igual manera Dios<br />
nos distribuye el espíritu y los talentos en<br />
conformidad con los <strong>de</strong>signios que sobre nosotros tiene<br />
para su servicio, y <strong>la</strong> medida <strong>de</strong> gloria que <strong>de</strong> ellos<br />
quiere sacar”.<br />
Pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>l Amado al siervo ínfimo y<br />
l<strong>la</strong>mado al banquete celestial. (Kempis).<br />
“No olvi<strong>de</strong>s que tú no pue<strong>de</strong>s con los méritos <strong>de</strong> tus<br />
obras bastar a dicha preparación; y eso aunque un año<br />
entero te prepararas sin tener otra cosa que hacer”.<br />
“Por pura lástima y favor mío se te conce<strong>de</strong><br />
arrimarte a mi mesa: así como si un rico convidara a un<br />
limosnero a su mesa, y ese limosnero no pudiera pagar-<br />
Le <strong>de</strong> otro modo que con humil<strong>la</strong>ción y agra<strong>de</strong>cimiento”.<br />
“Haz lo que puedas, y hazlo con empeño. No lo hagas<br />
por costumbre o necesidad. Con temor, respeto y amor<br />
recibe el cuerpo <strong>de</strong> tu amado Señor y Dios que<br />
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