Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos

Introducción
Volvamos contemplar a María, la tan nuestra, de esta
tierra, de este mundo que contemplamos en las piedras y
en los hombres, en las sociedades y en la iglesia, y en
el estado, en la música y también en los fracasos
terrenales. Pero Dios nunca fracasa ni los que en Él
ponen su esperanza. Todo lo demás perece a pesar de que
florece, florece y no permanece. Todos los bienes del
Cielo están inundando el corazón de María, e inundará
tu alma y la mía si la tomamos de guía.
María como obra de la misericordia
divina.
El protestantismo no lo acepta, porque tiene un
concepto torticero de nuestra vocación divina, e impide
a Dios divinizarnos, siendo esto lo que Él quiere.
“En la tradición católica María es la inmaculada, la
criatura preservada de toda mancha de pecado por pura
misericordia de Dios. A este propósito M. D. Philippe
afirmaba: ”la misericordia la envuelve desde el punto
de partida total y completamente; toda su vida no cesa
de recibir en plenitud la misericordia de Dios. Esta
misericordia está destinada a introducirla en el amor,
pero es un amor que tiene un matiz especial, puesto que
cuando el amor de Dios es comunicado a una criatura,
toma necesariamente la forma de un amor de
misericordia. Si comprendemos cómo María es la mejor
obra de arte de esta misericordia, tendremos de alguna
forma la llave para penetrar en todas las misericordias
del Padre y para vivirlas”. (Comité para el Jubileo de
año 2000, Año del Padre).
María con Cristo es nuestro camino, y nuestro
corazón, y nuestra vida, y nuestro destino, y nuestra
gloria eterna. ¡Es cosa de quererlo! Sólo de quererlo.
Si María no puede ser llena de Dios, ¿qué destino nos
espera? ¡Qué mísera mente la protestante y la nuestra y
mía cuando no comprende que María es algo si Dios la
inunda en todas sus veras, y si de Dios es llena, nos
ama lo mismo que Dios mismo quiere, con amor inmenso¡
María al padre Gobby
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