Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos

MAGISTERIO
I-I-1-
Confirmación magisterial
Nuestra perfección e imperfección se contempla en la
figura inmaculada de María.
“La Iglesia meditando sobre ella con amor y
contemplándola a la luz del Verbo hecho hombre, llena
de veneración, penetra más íntimamente en el misterio
supremo de la encarnación y se identifica cada vez más
con su esposo”, Jesucristo. LG, 82. En María se realiza
una obra divina de amor a nosotros, una obra viva, y
práctica, que gracias a la “comunión de los santos”,
nos asocia en Ella, a la gloria de Dios. Dios es
inmenso, expansivo, pero real, en las personas. ¡Y
María lo es¡ ¡Y María en su santidad nos ama y somos
amados¡ ¡Sólo un protestantismo diabólico rompe la
unidad que Dios siempre se propone con todos nosotros¡
Poesía del evento
“Nace el Alba María/ y el sol tras ella/ desterrando
la noche/ de nuestras penas”. (Lope de Vega).
María en el libro del Apocalipsis de Jesucristo
“Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal,
coronada con doce estrellas. Estaba encinta y gritaba
entre los espasmos del parto, y por el tormento de dar
a luz. Apareció otra señal en el cielo: un enorme
dragón rojo, son siete cabezas y diez
cuernos....dispuesto a tragarse el niño en cuanto
naciera” (12).
Constante del alma
El dragón es una separación de Dios, no estar
enteramente a su disposición, es una diablura
verdadera.
“La Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso,
aquietará tu corazón, cuando te haga sentir que es de
carne, si acudes a Ella con confianza”. (Camino, nº
504). El corazón que no tiene a gala servir a Dios
enteramente como un holocausto que consume todas las
veras del alma, es un corazón pagano, idólatra, y
maldito. ¿Lo es el tuyo y el mío? ¿Puede Dios disponer
de él? El corazón obediente es corazón amoroso, y el
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