Solemnidad. Inmaculada Concepción de la ... - Autores Catolicos

REVELACIONES
I-1-
La decimocuarta aparición de Lourdes
“Miércoles, 3 de marzo). Unas 3.000 personas. El
recogimiento se ha roto. Cuando llega Bernardita a las
siete, no tiene sitio reservado, resulta sumamente
difícil hacérselo. Ambas lloran. No ha habido
aparición. Paradójicamente algún escéptico presente,
por eso precisamente cree: Si esta niña inventara las
apariciones, ¿por qué hoy no haberlo hecho?, ¿porqué
las lágrimas?
“Para consolarla le proponen después de la escuela,
a la hora de comer dando un rodeo, sin que se entere la
gente. Lo hace así, y se le aparece la Virgen.
-“Esta mañana no me ha visto porque había algunas
personas que querían ver su comportamiento en mi
presencia y no eran dignas de ello: han pasado la noche
en la gruta y la han profanado”.
La decimoquinta aparición
Empieza afluencia mayor. El cantero Pierre
Bourriere, que había perdido la visión del ojo derecho.
Cuando el Dr. Dozous le dio una receta después de la
consulta, se le ocurrió preguntarle.
-Doctor, ¿es cierto que el agua de Bernardinta cura
a la gente
-Vete a la fuente y si vuelves curado lo creeré.
Pierre, hombre de poca fe, fue allá más que nada
por curiosidad, sin esperanza de curarse: se lavó y
salió corriendo de vuelta al médico.
-Doctor, estoy curado, estoy curado.
-Lo que le receté era sólo unas gotas para evitar la
infección del otro ojo.
-Lo que me ha curado ha sido el agua de Bernardita.
El médico, escéptico y hasta algo molesto, se dio
vuelta y escribió en su papel. “Pierre Boutierre tiene
una amourosis (lesión de retina) incurable. Ni ve ni
verá jamás”. Luego tapó con una mano el ojo sano del
cantero.
-Ande: lea esto.
-Pierre Boutierre tiene una amaurosis incurable. Ni
ve ni verá jamás”.
“Un rayo que hubiera caído a mis pies no me hubiera
causado mayor espanto”. Milagro comprobado en el
proceso diocesano, y que no se debió ni siquiera a la
13