liberacion-animal
liberacion-animal
liberacion-animal
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
H E R R A M I E N T A S DE I N V E S T I G A C I Ó N<br />
las separado por completo de sus cuerpos. Es el ejemplo perfecto del<br />
científico que considera a un <strong>animal</strong> de laboratorio como un «instrumento<br />
de investigación»; es más, él mismo ha dicho que el principal objetivo de<br />
su trabajo con cabezas de monos decapitados es «ofrecer un instrumento<br />
de laboratorio vivo» para la investigación del cerebro. El periodista a<br />
quien hizo esta declaración consideró la visita al laboratorio de White<br />
«una rara y desoladora mirada al mundo frío y clínico del científico,<br />
donde la vida del <strong>animal</strong> no tiene significado alguno más allá del<br />
propósito inmediato de la experimentación» l04 .<br />
En opinión de White, «la inclusión de <strong>animal</strong>es en nuestro sistema<br />
ético carece filosóficamente de significado y es operacionalmente<br />
imposible» 101 . En otras palabras, White se ve a sí mismo sin frenos éticos<br />
respecto a lo que les hace a los <strong>animal</strong>es. Por tanto, no es ninguna<br />
sorpresa que otro periodista que le entrevistó observase que White «se<br />
irrite con las reglas, tanto de los administradores de hospitales como de<br />
los aseguradores. "Soy un elitista", dice. Cree que los médicos deberían<br />
ser gobernados por sus iguales» 106 .<br />
Otro activo oponente a las regulaciones del Gobierno es David Balti<br />
more, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts y Premio No<br />
bel. Durante una reciente ponencia en la reunión nacional de la Asocia<br />
ción Americana para el Avance de la Ciencia se refirió a las «largas ho<br />
ras» que él y sus colegas habían pasado luchando contra la reglamen<br />
tación de su investigación 107 . La base de la oposición de Baltimore a tal<br />
reglamentación había quedado clara algunos años antes cuando apareció<br />
en un programa de televisión con el filósofo de Harvard Robert Nozick y<br />
otros científicos. Nozick preguntó a los científicos si alguna vez consi<br />
deran que el hecho de que un experimento vaya a matar a cientos de ani<br />
males constituye una razón para no realizarlo. Uno de los científicos<br />
contestó: «No, que yo sepa». Nozick presionó sobre su pregunta: «Los ani<br />
males ¿no cuentan para nada» Un científico contestó: «¿Por qué debe<br />
rían contar» En este punto, Baltimore intercaló que él no consideraba<br />
que la experimentación con <strong>animal</strong>es constituyese ningún tema moral 108 .<br />
104. Scope, 30 de marzo de 1973, Durban, África del Sur.<br />
105. R. J. White, «Antivivisection: The Reluctant Hydra»: The American Scholar 40<br />
(1971); republicado en T. Regan y P. Singer (eds.), Anima! Rigbts and Human Obligations,<br />
Prentice-Hall, Englewood Cliffs NJ, 1976, p. 169.<br />
106. The Plain Dealer, 3 de julio de 1988.<br />
107. Birmingham News, 12 de febrero de 1988, Birmingham, Alabama.<br />
108. «The Price of Knowledge», emitido en Nueva York, 12 de diciembre de 1974,<br />
WNET/13, transcripción suministrada por cortesía de WNET/13 y Henry Spira.<br />
113