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EL D O M I N I O D E L H O M B R E<br />
ninguna instrucción para que se abstuvieran de comer carne, excepto en<br />
algunos días de ayuno 19 .<br />
Podría parecer que el período del Renacimiento, con la llegada del<br />
pensamiento humanista en contraste con el escolasticismo del medievo,<br />
habría resquebrajado la imagen medieval del universo y con ella otras<br />
ideas anteriores sobre la posición del hombre frente a los demás <strong>animal</strong>es.<br />
Pero el humanismo del Renacimiento era, después de todo, humanismo; y<br />
el significado de este término nada tiene que ver con el humanitarismo,<br />
que es la tendencia a actuar humanamente, es decir, con compasión.<br />
El rasgo principal del humanismo renacentista es su insistencia en el<br />
valor y la dignidad de los seres humanos y en el puesto central que ocupan<br />
en el universo. El tema de este período puede resumirse en una frase de<br />
los antiguos griegos que nuevamente toma vigor en la época renacentista:<br />
«el hombre es la medida de todas las cosas». En lugar del enfoque un<br />
tanto deprimente del pecado original y la debilidad del hombre en<br />
comparación con el poder infinito de Dios, los humanistas del<br />
Renacimiento hicieron hincapié en la singularidad de los seres humanos,<br />
su libre albedrío, su potencial y su dignidad; y contrastaron todas estas<br />
cualidades con la limitada naturaleza de los «<strong>animal</strong>es inferiores». Al<br />
igual que la insistencia original cristiana en la santidad de la vida humana,<br />
esta postura supuso en ciertos aspectos un gran avance en las actitudes<br />
hacia los seres humanos, pero relegó a los no-humanos a una posición<br />
más inferior que nunca.<br />
Así, pues, los escritores renacentistas escribieron ensayos indulgen<br />
tes consigo mismos en los que decían que «no se puede encontrar en el<br />
mundo nada más digno de admiración que el hombre» 20 , y describían a<br />
los humanos como «el centro de la naturaleza, el eje del universo, el engar<br />
ce del mundo» 21 . Si bien el Renacimiento señala en cierto sentido el<br />
comienzo del pensamiento moderno, en lo que respecta a las actitudes<br />
hacia los <strong>animal</strong>es se mantuvieron vigentes las ideas anteriores.<br />
Es alrededor de esta época, no obstante, cuando surgen los primeros<br />
disidentes auténticos: los amigos de Leonardo da Vinci se mofaban de él<br />
porque se preocupaba tanto de los sufrimientos de<br />
19. Francisco de Asís, Escritos completos y biografías de su época, BAC, Madrid,<br />
1945.<br />
20. G. Pico della Mirándola, Discurso sobre la dignidad del hombre, PPU, Barcelona,<br />
1988.<br />
21. Marsilio Ficino, Theologica Platónica III, 2 y XVI, 3; ver también The Dignity and<br />
Excellence ofMan de Giannozzo Manetti.<br />
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