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Siete días después, los triestinos que ya no tenían nada que comer
y habían sufrido muchas bajas deciden entonces negociar con los
venecianos y el día 17 de Noviembre aceptan rendirse y abren las puertas
de la ciudad para que Paolo Loredan entre al frente de 1000 ballesteros y
400 caballeros. Lo último que hay que señalar es que después de un
asedio de once meses y una guerra de destrucción, los venecianos no
pudiendo tomarla por la fuerza, doblegaron por el hambre a una de las
pocas ciudades que se atrevió a desafiar su potencia.
El acto de sumisión de la ciudad al doge veneciano especificaba
entre otros puntos lo siguiete: los ciudadanos tenían salva la vida y sus
bienes. Los que habían sido puestos al bando por el Comune podían
regresar. Los extranjeros y los soldados mercenarios podían irse con sus
bienes y quedaba a facultad del doge el concederles permiso para
quedarse a vivir en Trieste.
Se perdonaban las ofensas o daños sucedidos en cualquier tiempo
o en cualquier lugar, por cualquier Jus o causa, sea por parte de Venecia
que por parte de Trieste. Se facultaba a los ciudadanos triestinos a
gozar y tener en propiedad sus bienes muebles e inmuebles situados
dentro o afuera de Trieste y poderlos obligar o enajenar. Se conservan
los estatutos, eliminando lo referente a los venecianos, dejando la facultad
de aumentarlos, diminuirlos, corregirlos, interpretarlos y aclararlos al
Podestá.
Los venecianos brindaban protección y defensa a la ciudad, a su
territorio y a sus ciudadanos en contra de cualquier persona o potentado y
se excarcelaban los ciudadanos prisioneros de Venecia.
De acuerdo a lo establecido en la Capitulación los venecianos
tomaron posesión de Trieste el 18 de noviembre; 164 la ciudad fue ocupada
por las tropas venecianas y luego se procedió a desarmar a los
ciudadanos, de ellos cuarenta fueron hechos prisioneros y enviados a
Venecia.
164
-Ver documento anexo O
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