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Cuando se enfrentan al ejercito húngaro y el croata en la batalla de
Gvozd, los croatas son derrotados y el rey Petar muere. A partir de ese
momento, los reyes de Hungría se convierten por tanto en reyes de
Croacia. Hay que señalar que la unión de Hungria con Croacia se
estableció por el “Pacta Conventa” (pacto convenido) que fue firmado por
el rey Kàlmàn y un grupo de nobles croatas en 1102.
En dicho pacto se estableció que ambos reinos permanecían
independientes con sus propia instituciones y leyes, y solo el rey era
común a ambos; con respecto a este punto nos aclara C. A. Macartney 55 :
“Ciertamente Croacia nunca fue tratada como una parte integral de
Hungría”.
El titulo real era, y Croacia fue
administrada por un vicerey [llamado Ban] a través de sus propias
instituciones”.
C- La dinastía Habsburgo.
En la segunda mitad del siglo XIII, aparecen en escenas nuevos
personajes y nuevas dinastías que terminarán de condicionar el futuro de
Trieste, estos fueron en primer lugar Ottokar II (El Grande) de la dinastía
Premysl de Bohemia y Moravia, quien anexará a su reino Baviera,
Austria, Carintia, Carniola, Istria, Estiria.; el otro personaje que surgirá
será Rodolfo de Habsburgo quien vence a Ottokar II y se queda con una
buena parte de sus tierras menos Baviera, Bohemia y Moravia.
Entre los siglos XI y XII, un hecho trascendental condicionó la vida
en general y rigió todos los asuntos políticos y religiosos de Europa: el
conflicto entre los Papas y en especial Gregorio VII y los emperadores,
principalmente Enrique IV, por el control de la Iglesia (Querella de las
Investiduras) y que concluye con el Concordato de Worms en el año
1122, cuando el emperador Enrique V y el Papa Calixto II llegan
finalmente a un acuerdo, por el cual el emperador renunciaba al derecho
de la investidura espiritual o nombramiento de obispos.
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-MACARTNEY, C. A. Hungary a Short History. Original text digitized by Andrew L. Simon, 1996. Edinburgh
University Press, 1962. Pág. 16
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