11.07.2015 Views

0127 - Viento Sur

0127 - Viento Sur

0127 - Viento Sur

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

“Con infinita pacienciafuimos trasladandodesde el ordenadora la base dedatos todas las entradas(al principio, sólolibros –más de cincomil-, autores –unosmil quinientos-, personajes–más omenos quinientos- yeditoriales) quehabíamos idorecopilando”vir de plataforma para dar a conocer no sólo lasnuevas publicaciones, sino también a nuevosautores que, quizás, de otra manera tendrían unamenor difusión. Somos personas que no tenemosninguna relación con el mundo literario/editorial–la una maestra y la otra funcionaria- y por esotambién somos conscientes de que nuestra páginapodría ser mejor y procuraremos mejorarla con laayuda de nuestros colaboradores y visitantes.En cuanto a nuestra relación con el géneronegro no ha tenido el mismo recorrido. Mientrasuna (Ana) se inició en la lectura de este tipo denovelas con apenas ocho añitos, la otra (Elvira)llegó a él de manera indirecta, compartiendo loslibros durante las vacaciones.En nuestra casa leímos siempre mucho aunque no todos por igual; a excepciónde Ana, las mujeres leían poco. Vivíamos en una casa enorme que enverano funcionaba como pensión familiar, pero durante el resto del año proporcionabamil rincones donde perderte con las novelas de Agatha Christie yConan Doyle en aquella colección de la Editorial Molino “Selecciones Bibliotecade Oro”. Pero no todas eran policíacas; a mí en el fondo me daba igualuna cosa que otra, así que también compartía con mi tío-abuelo sus novelas deloeste, especialmente las de Marcial Lafuente Estefanía y las de Silver Kane,todo ello combinado con Julio Verne, Sabatini, Enyd Blyton, Poe y las seriespolicíacas (77 Sunset Strip, ¿Es usted el asesino?...) que se emitían en aquelnuevo accesorio que teníamos en casa: la televisión. Serviría como anécdotade nuestro pasado negro familiar la reacción de nuestro hermano cuando, elotro día, encontró en la biblioteca la estupenda antología de novelas policíacasde quiosco que ha publicado Akal; se entusiasmó recordando las horas quehabía pasado a sus dieciséis años leyendo a Donald Curtis, Clark Carrados, porcierto también de Haro, y tantos otros. En ese momento, estaba con nosotrosuna amiga china, que no entendía el concepto del “cambio de novelas” del quehablábamos, así que le tuvimos que explicar cómo funcionaban las cosasentonces; que te comprabas una novela y luego se la llevabas al quiosqueroque, por una módica cantidad, te daba otra más o menos baqueteada. A Pey-Chun le resultó la anécdota muy interesante, sobre todo porque aquellos truequesson similares –aunque con otro tipo de bienes- a los que actualmente seestán practicando, lamentablemente por necesidad.Mi (Ana) primera novela para adultos la leí más o menos a los doce años; sela sisé a mi padre que la tenía a buen recaudo en su propia habitación. Era Yo,70 VIENTO SUR Número 127/Abril 2013

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!