29.06.2016 Views

Revista-USAC-No.-32

Revista-USAC-No.-32

Revista-USAC-No.-32

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Luisa González-Reiche: Superar a nuestros padres y sus mitos<br />

la historia reducida a un compuesto cuya expresión<br />

estaba resuelta de antemano. Ahora,<br />

ignorando nuestro pasado, no habiendo sido<br />

capaces de entenderlo para entendernos a<br />

nosotros mismos, siendo autocríticos, le damos<br />

paso a un nuevo marco de referencia.<br />

La hipermodernidad es la explosión de la<br />

expresión total de los deseos individuales y<br />

la búsqueda de la autocomplacencia. Los jóvenes<br />

emprendedores marchan convencidos<br />

de que los sueños son la mejor guía y que la<br />

mejor herramienta para alcanzar la felicidad<br />

es “hacer cosas extraordinarias de la nada”.<br />

Lopovetsky (2005) afirma que la cultura<br />

occidental ha entrado a una fase definida<br />

por el “individuo hiper-moderno” producto<br />

del “triunfo americano del hiper-poder, el<br />

hiper-consumo y el hiper-narcisismo”.<br />

Por supuesto que esta tendencia no nos<br />

influye a todos por igual. Nuestra sociedad<br />

se caracteriza por estar conformada por burbujas<br />

que subsisten como universos paralelos,<br />

ajenos unos de otros, apenas mirándose<br />

sorprendidos de vez en cuando en momentáneos<br />

dejá-vu 5 . Mientras la hipermodernidad<br />

abraza con su corriente a un sector de<br />

nuestra sociedad, otro permanece en la modernidad<br />

temprana, osificada en sus propios<br />

mitos. “En ocasiones, no sabemos qué hacer<br />

y nos esforzamos en ser lo que no somos,<br />

y cargados de resentimiento embestimos<br />

contra lo europeo. Tal resentimiento es tan<br />

fuerte que negamos lo indígena y pasamos<br />

al menosprecio de lo que poseemos –firme<br />

y grande– y caemos en el extremo opuesto:<br />

europeísmo desenfrenado y falso” escribió<br />

Cardoza y Aragón (1955, 375).<br />

Hoy nos influye más la cultura de masas<br />

norteamericana y las aspiraciones de<br />

muchos de nuestros jóvenes citadinos se<br />

pueden resumir en el apellido de una familia<br />

artificial de televisión. ¿Estamos listos<br />

para analizar y cuestionar nuestra episteme?<br />

¿Podemos provocar una ruptura radical con<br />

los mitos? <strong>No</strong>s encontramos en un momento<br />

donde la posibilidad de explorar otras<br />

realidades, de estar en contacto con otras<br />

versiones de nosotros mismos, parece demandante.<br />

Nuestra historia es esa, nuestras<br />

faltas históricas aquellas. La culpa la tene-<br />

11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!