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Revista-USAC-No.-32

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Pablo Bromo: Mi David Bowie<br />

un sinfín de canciones malas que salían de<br />

una radiograbadora ochentera con casetera<br />

y orillas cromadas. Las rolas: Los Chicos,<br />

Vilma Palma, Magneto, Timbiriche y otro<br />

repertorio de maldiciones en las que se colaban<br />

algunas “gringadas” como MC Hammer,<br />

Technotronic, Ace of Base o Vanilla<br />

Ice. De este último retumbaba la clásica:<br />

«All right stop, collaborate and listen…»,<br />

Robert Matthew Van Winkle dixit, su verdadero<br />

nombre. La línea rítmica era tan<br />

pegajosa que sólo daban ganas de bailarla.<br />

Esto, porque daba la casualidad que estaba<br />

inspirada en la famosa “Under Pressure”<br />

de Mercury con Bowie. Algo que Vanilla<br />

Ice repetiría con la homónima “Fame” de<br />

su siguiente disco: Rollem Up.<br />

Y así, mientras este rapero homenajeaba<br />

con sus samples al gran Bowie, una parte de<br />

mi niño adolescente se adentraba en lo que<br />

sería mi primer encuentro (aún desconocido)<br />

con toda su influencia y genio.<br />

2. IRREVERENCIA o cuando los Maxell<br />

Cromados eran la onda<br />

Tenía quince años, jugaba básquet y por<br />

las tardes escuchaba Nirvana, Pearl Jam,<br />

STP y esos grupos grunge de la época. Todo<br />

era incierto y un pasatiempo. Después de<br />

los entrenos, mi vieja pasaba por mí frente<br />

al colegio. Ya en el carro abría mi mochila<br />

y metía uno de mis dos casetes favoritos al<br />

estéreo: Nevermind o MTV Unplugged.<br />

La estridencia de Cobain parecía hipnotizarme<br />

junto a la línea de <strong>No</strong>voselic y el<br />

retumbo maravilloso de Grohl. Todo en su<br />

música era un delirio contenido, en especial<br />

con las versiones acústicas que parecían más<br />

melancólicas. Siempre fui melancólico, y<br />

ahí estaba el secreto que me conectaría con<br />

Bowie. De entre toda esa resonancia rebelde<br />

me encantaba rebobinar “The man who<br />

sold the world”, sin saber que era una rola<br />

de este canchito que había transformado la<br />

historia de la música décadas antes. Luego,<br />

años después con la llegada del Internet,<br />

supe que la canción no era de los peluditos<br />

de Nirvana sino de este tipo a quien le dediqué<br />

admiración bajando todas sus rolas en<br />

Kazaa y Audiogalaxy, ya cuando los Maxell<br />

Cromados estaban pasados de moda.<br />

Poco a poco, rolas como Space Oddity,<br />

Heroes, Diamond Dogs, China Girl, Modern<br />

Love, Sorrow, Ziggy Stardust, Let’s<br />

Dance, Changes y otras más se convertirían<br />

en la piedra angular de mis recién cumplidos<br />

veintidós años. Pero siempre recordaría<br />

a Cobain con esa guitarra misteriosa y ese<br />

cantadito espectral del cover, porque pare-<br />

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