Revista-USAC-No.-32
Revista-USAC-No.-32
Revista-USAC-No.-32
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Luisa González-Reiche: Superar a nuestros padres y sus mitos<br />
de confort; volteamos a ver con ojos de<br />
quien pide permiso a la autoridad antes de<br />
emitir nuestra “opinión” y despotricamos<br />
sin fundamento al sentirnos amenazados.<br />
Las verdades que gobiernan nuestra sociedad<br />
son verdades consensuadas en círculos<br />
reducidos basados en la protección<br />
de sus intereses. Las historias que definen<br />
nuestra cultura e incluso nuestra realidad<br />
objetiva han sido transmitidas de generación<br />
en generación con pequeñas variables,<br />
por momentos breves creando historias más<br />
acordes a nuestras necesidades, por momentos<br />
más largos regresando a las anteriores o<br />
creando otras aún más despóticas. Y somos<br />
nosotros, como sociedad, los que le damos<br />
vida a esas historias, perpetuando nuestros<br />
peores vicios. Nuestra cultura está definida<br />
por el egoísmo y la negación. Cardoza y<br />
Aragón (1955) escribe: “<strong>No</strong> salimos de nosotros<br />
y si lo hacemos no es para entablar el<br />
diálogo, sino para estallar encima del monólogo<br />
mismo”.<br />
Las nuevas generaciones heredan la tendencia<br />
a negar su realidad y a escaparse de<br />
sí mismos. Si pensamos en el papel que el<br />
alcohol, los ritos religiosos, el machismo –<br />
la figura autoritaria del Padre– y la violencia<br />
juegan en nuestra sociedad, es probable que<br />
todos estos elementos tengan una relación<br />
estrecha con ese sentimiento de enajenación<br />
y refuercen la represión.<br />
Nuestra historia es contradictoria. Hemos<br />
sido víctimas y victimarios. El liberalismo<br />
del siglo XIX, basado en el mito de la<br />
Ilustración, se integró a la derecha a partir<br />
de la segunda mitad del siglo XX, dando<br />
paso al nuevo mito de derecha versus izquierda.<br />
Esa derecha es una mezcla de conservadores<br />
(“cachurecos” del siglo anterior)<br />
y liberales. Una de las causas de dicha unión<br />
es el nexo de la izquierda con el ateísmo,<br />
algo que ni los liberales estaban dispuestos<br />
a aceptar, así como tampoco aceptarían las<br />
propuestas del mito socialista en relación al<br />
mercado y la propiedad. Esa derecha ahora<br />
se divide en el fanatismo religioso y el fanatismo<br />
capitalista. Ambos mitos –el del<br />
liberalismo y el de la religión– coinciden en<br />
una visión particular de un país: un país caracterizado<br />
por la censura, la desigualdad, la<br />
8