27.04.2013 Views

Volumen 18. Teatro - Novela - "La Edad de Oro"

Volumen 18. Teatro - Novela - "La Edad de Oro"

Volumen 18. Teatro - Novela - "La Edad de Oro"

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

212 MARTf / NOVELA<br />

mías que tú conoces, Juan, “<strong>La</strong> madre sin hijo”, y el hombre que se<br />

muere en un sillón, mirando en la chimenea el fuego apagado: “El<br />

hombre sin amor”. No se ría, Pedro, <strong>de</strong> esta colección <strong>de</strong> extravagancias.<br />

Ni diga que estos asuntos son para personas mayores; las enfermas son<br />

como unas viejitas, y tienen <strong>de</strong>recho a esos atrevimientos.<br />

-Pero , icómo, le dijo Pedro subyugado, no han <strong>de</strong> tener sus cuadros<br />

todo el encanto y el color <strong>de</strong> ópalo <strong>de</strong> su alma?<br />

-iOh! ioh! a lisonja llaman: vea que ya no es <strong>de</strong> buen gusto ser<br />

lisonjero. <strong>La</strong> lisonja en la conversación, Pedro, es ya como la Arcadia<br />

en la pintura: i cosa <strong>de</strong> principiantes !<br />

-Pero<br />

cuadros?<br />

, ;por qué <strong>de</strong>cías, puso aquí Juan, que no querías exhibir tus<br />

-Porque como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que los imagino hasta que los acabo voy poniendo<br />

en ellos tanto <strong>de</strong> mi alma, al fin ya no llegan a ser telas, sino<br />

mi alma misma, y me da vergüenza <strong>de</strong> que me la vean, y me parece que<br />

he pecado con atreverme a asuntos que están mejor para nube que para<br />

colores, y como sólo yo sé cuánta paloma arrulla, y cuánta violeta 6e<br />

abre, y cuánta estrella lucen lo que pinto; como yo sola siento cómo<br />

me duele el corazón, o se me llena todo el pecho <strong>de</strong> lágrimas o me laten<br />

las sienes, como si me las azotasen alas, cuando estoy pintando; como<br />

nadie II& que yo sabe que esos pedazos <strong>de</strong> lienzo, por <strong>de</strong>sdichados que<br />

me salgan, son pedazos <strong>de</strong> entrañas mías en que he puesto con mi mejor<br />

voluntad lo mejor que hay en mí , ime da como una soberbia <strong>de</strong> pensar<br />

que si los enseño en público, uno <strong>de</strong> esos críticos sabios o caballerines<br />

presuntuosos me diga, por lucir un nombre recién aprendido <strong>de</strong> pintor<br />

extranjero, o una linda frase, que esto que yo hago es <strong>de</strong> Chaplin o <strong>de</strong><br />

Lefevre, o a mi cuadrito “Flores vivas” , que he <strong>de</strong>scargado sobre éi una<br />

escopeta llena <strong>de</strong> colores! ¿Te acuerdas? icomo si no supiera yo que<br />

cada flor <strong>de</strong> aquéllas es una persona que yo conozco, y no hubiera yo<br />

estudiado tres o cuatro personas <strong>de</strong> un mismo carácter, antes <strong>de</strong> simbolizar<br />

el carácter en una flor; como si no supiese yo quién es aquella<br />

rosa roja, altiva, con sombras negras, que se levanta por sobre todas<br />

las <strong>de</strong>más en su tallo sin hojas, y aquella otra flor azul que mira al<br />

cielo como si fuese a hacerse pájaro y a ten<strong>de</strong>r a él las alas, y aquel<br />

aguinaldo lindo que trepa humil<strong>de</strong>mente, como un niño castigado, por<br />

el tallo <strong>de</strong> la rosa roja. iMalos! iescopeta cargada <strong>de</strong> colores!<br />

-Ana: yo sí que te recogería a ti, con tu raiz, como una flor, y en<br />

aquel gran vaso indio que hay en mi mesa <strong>de</strong> escribir, te tendría perpetuamente,<br />

para que nunca se me <strong>de</strong>sconsolase el alma.<br />

AMISTAD FUNESTA 213<br />

-Juan, dijo Lucía, como a la vez conteniéndose y levantándose:<br />

iquieres venir a oír el “,\l’odi tu”, que me trajiste el sábado? ;No lo<br />

has oído todavía!<br />

-;,4h! J a propósito, no saben Vds., dijo Pedro como poniéndose<br />

ya en pie para <strong>de</strong>spedirse, que la cabeza i<strong>de</strong>al que ha publicado en EU<br />

último número “<strong>La</strong> Revista <strong>de</strong> Artes”...<br />

-iQué cabeza? preguntó Lucía , iuna que parece <strong>de</strong> una virgen <strong>de</strong><br />

Rafael, pero con ojos americanos, con un talle que parece el caliz<br />

<strong>de</strong> un lirio?<br />

-Esa misma, Lucía: pues no es una cabeza i<strong>de</strong>al, sino la <strong>de</strong> una<br />

niña que va a salir la semana que viene <strong>de</strong>l colegio, y dicen que es un<br />

pasmo <strong>de</strong> hermosura: es la cabeza <strong>de</strong> Leonor <strong>de</strong>l Valle.<br />

Se puso en pie Lucia con un movimiento que pareció un salto; y Juan<br />

alzó <strong>de</strong>l suelo, para <strong>de</strong>volvérselo, el pañuelo, roto.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!