11.05.2013 Views

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

108<br />

bastante. Mucho más, desde luego, que cuando llegamos a hombres. La infancia<br />

–si vale la licencia– es un género...sin especies. Casi no hay nada más que dos clases<br />

de niños: los sanos y...los otros. Gracias a Dios yo pertenecía a los primeros. Creo<br />

que pronto empecé a respirar ambiente cultural en casa –y no imputéis esto a pedantería.<br />

Pues en ella mi padre dirigía una academia de Segunda Enseñanza por lo<br />

que había bastante convivencia con los alumnos. Yo tenía entonces cuatro o cinco<br />

años...jugaba en el patio, arrastrándome por el <strong>su</strong>elo, a las procesiones– mi diversión<br />

favorita en aquellos días, los alumnos se acercaban a mí con <strong>su</strong>s libros bajo el<br />

brazo entre clase y clase; se «metían conmigo», me hacían «rabiar» desordenándome<br />

la procesión y me preguntaban qué iba a ser; yo respondía invariablemente que<br />

cura. Ahora hay muchos pequeños que «van a ser ingenieros o arquitectos». En mi<br />

<strong>época</strong> de chiquillos no iban a ser más que una de estas tres cosas: torero, militar<br />

o cura...» 20 . Una deliciosa mirada al pasado que dice más de lo que parece sobre<br />

la personalidad de nuestro biografiado: ciertamente, si sólo había esas tres salidas<br />

profesionales a los ojos de este niño, él tenía decidido, por simple eliminación, que<br />

no valía para usar armas ni estoques (ni hizo ni la mili, ni le apasionaban los toros<br />

como espectáculo). Aunque <strong>Juan</strong> tampoco iba para cura. Sin embargo a <strong>su</strong> prima<br />

Victoria no le habría sorprendido; en otro pasaje de los recuerdos de infancia,<br />

Victoria escribió esto: «<strong>Juan</strong> y Victoria...Nos tomaban por hermanos, y con afecto<br />

de hermanos nos hemos querido siempre. Él me admitía en <strong>su</strong>s prácticas oratorias<br />

ante <strong>su</strong> pequeña Iglesia y campanario, como único testigo de <strong>su</strong>s procesiones y<br />

sermones» 20 .<br />

Luego, pasados los años, la pasión de <strong>Juan</strong> por la Semana Santa se materializó<br />

en bellísimos escritos, de profunda espiritualidad. También tuvo siempre<br />

especial atracción por las torres, las campanas y los campanarios: <strong>su</strong> primera experiencia<br />

al contemplar la ciudad desde una campanario quedó narrada en un artículo<br />

muy característico de <strong>su</strong> forma de escribir y de pensar: «Re<strong>su</strong>lta que la ciudad era<br />

también los corrales, los hondos patios, las <strong>su</strong>cias chimeneas, las mezquinas azoteas.<br />

Re<strong>su</strong>lta que desde la torre –a aquella altura–, los hombres además de tamaño<br />

perdían categoría. Hormigueaban. Imaginé una <strong>su</strong>ela inmensa, un zapato colosal<br />

capaz de aplastarlos. ¿Es que sentí una piedad nueva? (...) Y, después de todo, a<br />

aquella altura parecían de verdad algo irrisorio lo de las clases sociales. Y lo de listos<br />

y tontos. Y lo de pobres y ricos, sesenta o setenta metros de altura lo igualaban<br />

todo» 205 . Esto fue lo que <strong>Juan</strong> sintió al mirar a <strong>su</strong> ciudad y a <strong>su</strong>s vecinos desde las<br />

alturas. Nada más ni nada menos que una lección de justicia social y una cura de<br />

humildad escrita en pocos renglones. Algo que pudo percibir en <strong>su</strong> propia carne<br />

20 J. PASQUAU, Memorias (inédias), p. 1. AJP.<br />

20 Victoria SANCHO, la Casona de la abuela (inédito), p. 7. AJPG<br />

205 J. PASQUAU, «Torre», publicado en ABC en 197 , recogido en <strong>su</strong> obra Temas de Jaén, IEG, Jaén, 1980, pp.<br />

1 5-1 8.<br />

Adela Tarifa Fernández

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!