El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

ANEXO II:
EL ARCHIVO DE JUAN PASQUAU
GUERRERO
Por: franCisCo Javier saLido Gómez y maría antonia
bonaChera viLar
Junto a la labor pedagógica y literaria de Juan Pasquau Guerreo, hay
otra faceta digna de reseñar en este personaje giennense: su labor de bibliófilo.
Algo lógico pues quien bien escribe suele ser un gran lector y, en consecuencia, un
amante de los libros. El mérito de este fondo documental es mayor si cabe teniendo
en cuenta que Pasquau sólo pudo dedicar a los libros una parte de su sueldo, pues
no era un terrateniente ni su trabajo como profesor le aportaba altos beneficios
económicos.
Acaso no tuvo tiempo nuestro personaje de leer íntegramente cuánto llegaba
a sus manos; cuantas obras le regalaban; cuantas obras compraba, pues falleció
a los 0 años. Sí nos consta que leía constantemente, y que con un libro en las
manos esperó la muerte, que le llegó en Madrid el 10 de junio de 1978. Y nos costa
que cualquier libro, periódico, revista o folleto cultural que recibía era acogido con
curiosidad e ilusión. Guardó todo, aunque, como tantos intelectuales, no daba
prioridad a gastar su tiempo en registrar los fondos de su archivo-biblioteca. Una
biblioteca importante si tenemos en cuenta que sólo pudo dedicar a los libros una
parte de su sueldo de maestro; una biblioteca multidisciplinar, diversa en temas, la
mayoría de ellos vinculados al área de las Ciencias Sociales y excelente reflejo de las
aficiones y vocaciones de este personaje, un humanista, un pensador nato. A la vista
de su biblioteca resulta claro que Juan Pasquau fue, necesariamente, un hombre
de gran austeridad para sí mismo. Para él el dinero no era un fin sino un medio.
Por eso no amasó fortuna más que de afectos. De gran generosidad para su familia,
a la que idolatraba, pleno desprendimiento ante cualquier favor que le pedían los
amigos, que le correspondieron en afectos por lo general, y sensible a ayudar silenciosamente
a los más necesitados, nunca manifestó ambiciones más allá de las que
cubrieran esas prioridades económicas. Su único lujo fueron los libros, pero ni en
ello pudo siempre darse el capricho de tener los que le hubiera gustado. Pese a todo
El humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero
y su época
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