11.05.2013 Views

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

El Humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero y su época

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Los niños cuando juegan –insistimos en eso– imitan al hombre. Si no cambia el<br />

modelo, todo es inútil. (En cambio sería estupendo que los hombres, puestos a<br />

imitar a los niños, reformaran <strong>su</strong>s guerras hasta hacerlas guerras de bazar, guerras<br />

de «mentirijillas».)<br />

¿Y los juegos instructivos? Este es otro cantar. Aquí se podrían obtener excelentes<br />

re<strong>su</strong>ltados si una campaña con tacto ayudara a acercarlos a los niños. No se<br />

pueden imponer a los chiquillos juguetes educativos o instructivos porque ellos,<br />

entonces, ven enseguida la trampa. Pero sí se les pueden acercar para que ellos<br />

mismos los elijan. Y los eligen, de propia iniciativa, teniendo en cuenta que <strong>su</strong><br />

afán de imitar a los adultos es, como hemos repetido ya, la causa determinante de<br />

<strong>su</strong>s actividades lúdicas. Si los padres trabajan, los hijos, indudablemente, juegan a<br />

trabajar y juegan muy seriamente. Este sería el gran logro pedagógico: conseguir<br />

que en las escuelas, los niños comenzaran jugando a trabajar para, poco a poco,<br />

concluir trabajando como quien juega. Osmosis de juego y trabajo, capaz de<br />

regenerar todos los métodos docentes: <strong>su</strong>til intercambio.<br />

Pero siempre sin exagerar. Porque también es bueno saber que el juego es juego<br />

y que el trabajo es trabajo. Tampoco es mala pedagogía, la ascética, la que enseña<br />

que hay que apencar con lo duro, aunque nos cueste, aunque no nos produzca<br />

ninguna satisfacción ni se parezca en nada al juego, La pedagogía que muestra<br />

que es necesario el juego, porque es necesario volver a trabajar. Ni más ni menos.»<br />

782<br />

En otros artículos de este año <strong>Pasquau</strong> reflexiona sobre el paso del tiempo.<br />

Algunos son realmente magistrales, como el titulado «Cuando es tarde», del que<br />

reproducimos este fragmento:»Hay quien cree que «ya es tarde». Pero si la juventud<br />

es un reloj que se adelanta porque no se resigna a que la hora del mediodía no<br />

haya llegado aún, y si la vejez pugna por marcar un tiempo antiguo, inexorablemente<br />

pasado, los hombres del «ya es tarde» no son propiamente viejos o jóvenes:<br />

son nada más –y nada menos– que pesimistas. Si bien, a veces, son simplemente<br />

egoístas. Habida cuenta de que, eso sí, egoísmo y pesimismo se dan la mano» 78 .<br />

<strong>Pasquau</strong> demostraría pronto, cuando la enfermedad llamó a <strong>su</strong> puerta, que nunca<br />

es tarde para seguir haciendo lo que hay que hacer. Y que ciertamente, con frecuencia,<br />

pesimismo coincide con egoísmo.<br />

Hijo Predilecto de Úbeda<br />

Pero la fecha más emotiva de este año para <strong>Juan</strong> <strong>Pasquau</strong> fue el 10 de<br />

mayo, en el acto de entrega del título de «Hijo Predilecto de la Ciudad de Úbeda»<br />

Su ciudad se volcó en ese acontecimiento y <strong>Pasquau</strong> sintió cerca el cariño de <strong>su</strong>s<br />

782 Diario Jaén, 7 de Enero 1970.<br />

78 Diario Jaén, 9 de enero de 1970.<br />

<strong>El</strong> humanista <strong>ubetense</strong> <strong>Juan</strong> <strong>Pasquau</strong> <strong>Guerrero</strong><br />

y <strong>su</strong> <strong>época</strong><br />

403

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!