Portada Simposios - Supplements - Haematologica
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XLII Reunión Nacional de la AEHH y XVI Congreso de la SETH. <strong>Simposios</strong><br />
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más atenuado que el observado posTPH, puede manifestarse<br />
con afectación visceral grave, en particular<br />
si el donante es parcialmente HLA idéntico o no emparentado.<br />
Por ello, se especula con posibles métodos<br />
de separación de las subpoblaciones celulares<br />
responsables de los efectos beneficiosos, GVM, y<br />
perjudiciales, EICH, de estas ILD 13,58 , sin que hasta<br />
ahora se haya logrado de forma práctica. Además,<br />
se suelen acompañar secundariamente de un aumento<br />
de infecciones oportunistas. En conjunto,<br />
como consecuencia de estas complicaciones, algunos<br />
autores mencionan una mortalidad relacionada<br />
con las ILD, de hasta el 20 % 10,21 .<br />
Las ILD tras el logro de QM<br />
Dada la utilidad de las ILD retardadas en el tratamiento<br />
de las recaídas posTPH se han abordado nuevas<br />
estrategias que intenten mejorar su uso. Algunos<br />
autores han intentado su infusión directa, sin TPH ni<br />
inmunomodulación previos, a pacientes con neoplasias<br />
hematológicas y sólidas en fases avanzadas, algunas<br />
recidivadas tras trasplante autólogo, y utilizando<br />
donantes familiares HLA idénticos. Sólo en los pacientes<br />
muy inmunosuprimidos que habían recibido<br />
antes un autotrasplante, se observó un cierto grado<br />
de QM y ambos efectos GVM y EICH moderados, a<br />
las 4 semanas de la ILD 59 . Este estudio muestra la importancia<br />
del QM acompañante de las ILD y sugiere<br />
la necesidad de administrar algún tipo de inmunosupresión<br />
adicional previa para lograr su eficacia.<br />
Las estrategias habitualmente utilizadas para<br />
aprovechar el recurso de la inmunoterapia adoptiva<br />
con ILD, incluyen el logro de un QM inicial posTPH<br />
y la tolerancia inmune D/R consiguiente, como plataforma<br />
que atenúe los efectos adversos de las ILD,<br />
derivados del EICH, conservando su potente efecto<br />
GVM. Entre ellos están los TPH convencionales de<br />
MO y SP sin o con inmunoselección, los TPH con “<br />
ingeniería celular” y los TPH atenuados.<br />
Los estudios de Barret et al 33 de los TPH con “ingeniería<br />
celular” utilizando inóculos purgados de<br />
células T y reinfusión de las mismas en plazos fijos<br />
postrasplante, mostraron la alta incidencia de EI-<br />
CHa > II cuando se reinfundieron linfocitos T en dosis<br />
de 10 7 /kg sin inmunoprofilaxis antes del<br />
día + 45 posTPH. Dicho estudio sugiere la conveniencia<br />
de disminuir en un logaritmo la cifra de linfocitos<br />
T a reinfundir o de administrar CSP con dichas<br />
ILD, cuando estas se dan antes del día + 45, en<br />
este tipo de estrategia.<br />
Los programas de TPH con regímenes de acondicionamiento<br />
atenuados, son menos complicados y<br />
tienen menor MRT, para lograr el QM necesario y<br />
previo a las ILD. De la conveniencia y uso de las ILD<br />
en estos TPH se ocupan los siguientes apartados.<br />
¿Son necesarias las ILD tras los TPH atenuados<br />
Tras los TPH atenuados, como ya se ha mencionado<br />
es muy importante la monitorización del quimerismo<br />
hemopoyético en la toma de decisiones terapéuticas.<br />
En la tabla 2, se puede observar la gran<br />
variabilidad de la proporción de pacientes con QM<br />
tras los TPH atenuados, que oscila entre 0 y el 100 %<br />
el día + 30 posTPH, dependiendo del tipo de enfermedad,<br />
y los acondicionamientos e inmunoprofilaxis<br />
utilizados.<br />
Cuando se obtiene un QM, este posee efecto protector<br />
del EICH pero escaso efecto GVM. Por lo que<br />
una vez transcurrido el periodo de toxicidad inicial,<br />
en los pacientes con neoplasias, es preciso tratar de<br />
prevenir la posible recaída incrementando el efecto<br />
GVM, lo que se logra transformando el QM en QC.<br />
En este sentido, el primer recurso eficaz puede ser la<br />
retirada rápida de la inmunosupresión administrada<br />
posTPH. Esta medida favorece la reactividad de los<br />
linfocitos T del injerto, de conocida eficacia antitumoral<br />
para tratar las recaídas neoplásicas 60 . En los<br />
TPH atenuados la suspensión de la inmunosupresión,<br />
favorece el efecto GVH y el establecimiento del<br />
QC que posee mayor eficacia GVM 8,9 . A continuación,<br />
si esta medida resulta insuficiente, el mejor recurso<br />
conocido para lograr el QC son las ILD frescas<br />
o criopreservadas 7-9 .<br />
A grandes rasgos, las ILD tras estos TPH se pueden<br />
clasificar de “preventivas” cuando se administran<br />
para convertir un QM en QC e incrementar así<br />
la reactividad alogénica GVH y GVM, con el fin de<br />
prevenir las recidivas y “curativas” o terapéuticas<br />
cuando se infunden para tratar pacientes con fase<br />
visible por persistencia o recaída neoplásica 36 .<br />
¿Cuándo se plantean las ILD<br />
tras los TPH atenuados<br />
El estudio de Childs et al 9 que evalúa el QM en las<br />
subpoblaciones linfoides y mieloides, sugiere para<br />
aquellos pacientes con QM en los linfocitos T, el<br />
día + 30 posTPH, en ausencia de EICH > II, reducir<br />
hasta retirar la inmunosupresión con CSP en 2 semanas<br />
y si en ese momento persiste el QM en los linfocitos<br />
T, iniciar el programa de ILD, con finalidad<br />
preventiva (tabla 3). Para los pacientes que lograron<br />
un QC el día + 30, propone continuar con la CSP<br />
hasta el día + 60 y retirarla paulatinamente hasta el<br />
día + 100, sin ILD.<br />
El grupo de Seattle 8,51 estudia el QM en los linfocitos<br />
T y en presencia de éste, tras la suspensión de la<br />
inmunosupresión, alrededor del día + 50, sin evidencia<br />
de EICH > II, inician el programa de ILD para<br />
lograr el QC y por tanto prevenir la recaída. En los<br />
pacientes con persistencia o recaída neoplásica o<br />
aquellos con una enfermedad genética, en que el<br />
QM resulta insuficiente para controlar los síntomas<br />
de la misma, las ILD se administran para lograr el<br />
QC y con fines terapéuticos 1 .<br />
El grupo de Boston, Spitzer et al 36 (tabla 3), en su<br />
serie de 21 pacientes con neoplasias refractarias al<br />
tratamiento quimioterápico, tras el TPH atenuado, el<br />
90 % de los pacientes alcanza un QM, e inicia el pro-