Revista Quid 58

4o
Entrevista
cuatro
Un GATITO
EN UNA
CAJA
de cartón
ROSA MONTERO volvió a la Argentina, esta vez
para presentar su última novela, El peso del corazón,
la vuelta al papel de su álter ego, Bruna Husky
POR Antonela de Alva
–¿De dónde surgió El peso del corazón? Surgió del deseo de
hacerme un mundo con Lágrimas en la lluvia y de desarrollar
ese mundo. Tener un mundo propio es una cosa maravillosa
para un escritor, es un juguete inmenso porque es ser Dios. Así
que surgió Lágrimas en la lluvia y luego, efectivamente, empecé
a pensar en otra novela. Además, Bruna Husky es el personaje
que más me gusta de todos los que he escrito.
–Bruna Husky no es un nombre elegido al azar... Bruna
Husky es el nombre de mi avatar. Le di mi nombre. Cuando
hace diez años entré a Second life, me llamaba Bruna Husky y
luego lo he utilizado en mi Twitter. Cuando escribí la primera
novela y salió el personaje, le di mi nombre, que es lo máximo
que puedes hacer con un personaje para acercarlo a ti. Bruna es
muy poderosa dentro de mí y ya está pidiendo otra novela que
la tengo en mente pero que no será la próxima que escriba. La
próxima es una novela contemporánea y la siguiente es otra de
Bruna. Ella quiere vivir y quiere contar ese mundo, esta historia.
Así que surgió de esta pulsión, de la fuerza que tiene Bruna.
–¿Por qué demorar la llegada de la tercera novela de Bruna?
Porque la que voy a escribir apareció antes y me encanta.
¡La próxima que voy a escribir es la pera! Como todavía no la
he escrito, creo que es la mejor novela de mi vida. Estoy en
ese momento. De verdad, estoy muy emocionada y ya la tengo
toda en la cabeza. Escribes primero en la cabeza, durante un
año y medio y eso ya lo he hecho. Si no tuviera la promoción de
El peso del corazón, empezaría mañana mismo a trabajar en la
parte escrita. Año y pico llevo trabajando con la nueva novela en
mi cabeza. No puedo empezarla hasta julio, cuando termina la
promoción de El peso... pero la tengo súper hecha. De la tercera
de Bruna se me ha ocurrido el huevecillo hace meses y está
empezando a desarrollarse.
−¿Qué es para usted la escritura? Es mi manera de estar
frente al el mundo. Por eso me defino como una escritora orgánica
porque, para mí, escribir es como respirar o beber agua,
una necesidad esencial. Escribir forma parte estructural de
mi vida, de lo que soy. Es un poco como un esqueleto que me
permite mantenerme en pie.
−Pero, ¿qué le brinda la escritura? La escritura te permite
mantenerte en pie frente a la muerte, al paso del tiempo que
todo lo destruye, mantenerte en pie frente a los fantasmas
que vienen a la noche, vivir la vida, sentir la vida. No sé cómo
explicarte. Estuve bloqueada una vez en mi vida, después de la
tercera novela. La publique en el 83 y estuve bloqueada como
tres años, casi sin escribir. Y el bloqueo no es que te impida
escribir sino que se te para el run run imaginario que tienes
todo el rato en la cabeza. Se escribe aquí (se señala la cabeza).
Para mí, la escritura –y yo creo que para la inmensa mayoría de
los escritores– forma parte básica de la estructura de lo que soy.
Entonces si desaparece es como si me desconectara, como si no
pudiera sentir la vida.
–¿Le teme a la muerte? Claro, evidentemente. No sólo le
tengo miedo a la muerte. Es la gran tragedia del ser humano.
Venimos a este mundo llenos de deseos, de proyectos a futuro,
con un Yo enorme y, de repente, en dos parpadeos nos morimos.
Y en otros dos parpadeos más se muere la generación siguiente
y ya no quedará recuerdo de nosotros. La muerte es impensable
desde la vida, es imposible, es inhumana, no nos cabe en
la cabeza. Y no sólo le tengo miedo a la muerte sino que sobre
todo le tengo rabia, que es lo que le pasa a Bruna Husky, que se
parece mucho a mí. Le tengo miedo como ella pero me parece
un fraude. En esta vida tan bonita nos morimos, ¡qué engaño!
–¿Por qué la rabia? Porque me siento como estafada por la
muerte. Si tienes mucha, mucha suerte vives una vejez larguísima,
deteriorante, en la que vas perdiendo cada vez más
facultades, a los amigos, a la gente y que es súper terrorífica
físicamente. Eso, si tienes mucha suerte. Si tienes mala suerte,
te mueres joven.
–Eso depende del punto de vista desde el que se mire...
Ese es un punto de vista muy realista debo decirte. Aunque se
diga al revés, es lo mismo. Lo digo así porque me gusta mucho la
vida. Cuando eres muy consciente de la muerte, te gusta mucho
la vida, que es lo que le pasa a mi personaje. Está tan perseguida
por la muerte que, al mismo tiempo, se come la vida a bocados.
Es un tigre encerrado en la jaula demasiado pequeña de su vida.
–El éxito tiene sus consecuencias, ¿se siente atrapada? No
sólo tengo la labor periodística, lo que tengo es un caos de vida
lastimoso. Esto es otra de las paradojas de la vida, es contra-