en su tiempo. Los shows tuvieron la participación de los mejores artistas de ambos lados del océano Atlántico, de Dylan a Madonna y de Led Zeppelin a U2 y Queen. Phil Collins estableció un récord al participar de los dos eventos volando en el jet Concorde. En 2005, Geldof volvió a estar en la organización de otro evento solidario mundial. Aprovechando el 20° aniversario de Live Aid, se gestó Live 8, una serie de conciertos benéficos que se realizaron el 2 de julio de 2005, en los ocho países líderes del mundo conocidos como G8 y en Sudáfrica. Precisamente el G8 estaba reunido esa semana en Escocia, y en esta ocasión el reclamo fue para destinar más dinero para erradicar la pobreza. Los conciertos, muchos de los cuales se hicieron simultáneamente, reunieron a más de mil músicos. Uno de los momentos históricos fue la reunión en un escenario de Pink Floyd, luego de 24 años. Los eventos fueron transmitidos por 182 cadenas de televisión y 2000 emisoras de radio. Las acciones de beneficencia no siempre consiguen alcanzar sus objetivos. Muchas veces, diferentes alternativas, particularmente los intereses políticos en juego, terminan enturbiando una acción que fue transparente en su génesis. Y cuanto más grande es el evento mayores son los elementos que juegan y los intereses en pugna. En Argentina también hubo grandes eventos solidarios y muchos músicos talentosos y sensibles participando de los mismos. Uno de ellos es sin duda quien más nítidamente se ha perfilado como un militante de las causas solidarias, de los derechos humanos y de todo aquello que signifique ayudar al otro. Ese hombre, ese músico enorme, es León Gieco. Nacido en el interior, el espíritu solidario que tan bien representa la gente de la Argentina profunda, caracterizó su carrera profesional. Desde su aparición en la escena del rock nacional a comienzos de los años 70, Gieco se presentó como un cantautor honesto, de poesía simple pero contundente. Sus ideas libertarias, completamente afines a las del rock, pronto lo ubicaron como uno de los personajes fundamentales de esa revolución musical conocida como rock nacional. Su debut discográfico en 1972, en un álbum grabado en vivo “desenchufado” titulado El Acusticazo, define toda una historia. Solo con su guitarra y armónica, Gieco interpreta un tema que aún hoy es un auténtico himno: “Hombres de hierro”. Gieco fue uno de los artistas más abiertamente perseguidos por la dictadura militar. Sufrió la censura de sus canciones y las amenazas abiertas y veladas de los represores. Lejos de amilanarse, Gieco siguió militando en la causa de los derechos humanos y abordando –siempre desinteresadamente– aquellas causas sociales que necesitaban el apoyo de aquellos que gozaban de la popularidad. Él fue una de las voces más escuchadas cuando cantó esa oda antibelicista que es “Sólo le pido a Dios” delante de la multitud que se reunió en el tristemente célebre Festival de la Solidaridad Latinoamericana en mayo de 1982, en plena Guerra de Malvinas. En 1988 fue el artista nacional que más brilló en el multitudinario concierto Derechos humanos ya! que Amnistía Internacional realizó en el estadio de River Plate, y en el que compartió el escenario con artistas como Peter Gabriel, Sting y Bruce Springsteen entre otros. Su obra artística y su sencilla pero sólida presencia no es solamente la de un artista íntegro, profundamente comprometido con su tiempo y sus convicciones. Porque Gieco es sobre todo un artista honesto, aunque se pueda disentir con sus convicciones, transparente en su mensaje. Entre las innumerables acciones comprometidas con lo social que ha realizado, merece destacarse Mundo Alas. Bajo este emblemático título Gieco protagonizó y dirigió junto a Fernando Molnar y Sebastián Schindel un documental que narra la gira que realizó con artistas y músicos discapacitados por el interior del país. Absolutamente conmovedora y reveladora de lo mejor del espíritu humano, Mundo Alas sólo pudo ser posible por la voluntad inquebrantable de su creador. Es apenas uno de los tantos hitos de la carrera de este artista santafecino, siempre dispuesto a dar una mano allá donde lo llamen. Así fue como también, junto a sus colegas Luis Alberto Spinetta y Divididos, participa de la las campañas y los actos de Conduciendo a Conciencia, la ONG creada a partir de la tragedia vial de Santa Fe, en la que murieron doce personas, entre ellas jóvenes alumnos de la escuela Ecos asesinados por un camionero ebrio que embistió el ómnibus en el que viajaban. Desde el primer momento, Gieco militó en la causa de Ecos y cada aniversario estuvo junto a los familiares de las víctimas con su balsámico mensaje musical. Y con Spinetta compusieron “8 de octubre”, un conmovedor tributo a esas víctimas inocentes que regresaban de un viaje solidario en el Chaco. Sería injusto no mencionar a esta altura la férrea militancia del Flaco en Conduciendo a conciencia. La causa de esos padres y chicos atravesados por el dolor se convirtió en un designio de su vida, al punto de que cuando tuvo que comunicar la tremenda noticia de que estaba aquejado de cáncer, no dudó en usar ese morboso interés mediático para difundir su mensaje * Periodista. Fue integrante del staff de la mítica revista Pelo. Actualmente forma parte del Departamento de Promoción de Warner Music. 59 León Gieco
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