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vez de ir con powerpoints y números fríos, fui con un video<br />
musicalizado. Hablé del amor y la paz. Todo ello lo confirmé<br />
cuando salí del recinto, donde un corralito con cientos de<br />
periodistas me aguardaba para decirme dos o tres palabras.<br />
–¿Quién compró el proyecto? No hay una compra hecha<br />
todavía, si bien tenemos el apoyo de Naciones Unidas para<br />
que salga. Aún no está fabricado. Recién se encuentra en<br />
estado de prototipeado, para ponerse luego en marcha en la<br />
fábrica.<br />
–¿Quiénes lo usarían? Distintas oficinas de Naciones<br />
Unidas, como la de Mantenimiento de Paz, por ejemplo.<br />
Ellas han solicitado 300 mil unidades. Asimismo lo estamos<br />
abriendo a otras organizaciones como Médicos Sin Fronteras.<br />
–¿Se producirá en serie? Esa es la idea y es lo más costoso.<br />
Porque un solo sistema se puede hacer rápido en cualquier<br />
parte del mundo, pero para hacer 500 mil CMax por año<br />
implica abrir una fábrica con 2 mil empleados, inyectoras<br />
grandes, inversiones de matriz de más de 10 millones de dólares.<br />
Estamos tratando de que todo ello se realice íntegramente<br />
en la Argentina. Proyectamos que una pre serie de 10<br />
mil unidades estará finalizada en 2016.<br />
Generar riqueza obliga a distribuirla<br />
Nicolás García Mayor tiene 35 años. Nació en el seno de<br />
una familia de clase media baja. Se recibió en la Universidad<br />
Nacional de La Plata y viajó a España, como nos relató antes,<br />
a dirigir una empresa en la que diseñaba cuarenta obras por<br />
mes frente al Mediterráneo. Accedía a cuanto bien material<br />
se le antojara. Pero extrañaba a la familia. Entonces abandonó<br />
casa, auto y el sueño de lograr ser un empresario exitoso.<br />
Instalado de nuevo en Bahía Blanca, montó la agencia<br />
Ar Estudio en la que hoy trabaja junto con diez colegas.<br />
Sobrevino luego la muerte de su hermano mayor, Sebastián,<br />
y la promesa de transitar esta vida fraguando productos<br />
trascendentes para la humanidad. Prosiguió Washington,<br />
Nueva York, la fundación y presidencia del Departamento<br />
de Jóvenes Emprendedores de la Unión Industrial de Bahía<br />
Blanca y el reconocimiento que el año pasado le hiciera la<br />
Cámara Junior Internacional como uno de los Diez Jóvenes<br />
Sobresalientes del Mundo 2014, por su contribución a la<br />
Niñez, la Paz Mundial y los Derechos Humanos.<br />
–¿Cómo es eso de haber vivido en un hospital? La historia<br />
es larga. Trabajo desde los ocho años: repartí impuestos en la<br />
calle, hice tortas con mi vieja para vender en la rotisería de la<br />
esquina, realicé obras de electricidad, ayudé a personal del<br />
Ejército en la base Comandante Espora a cobrar en el banco<br />
con tarjeta magnética. Cuando me fui a estudiar a La Plata,<br />
alquilé un departamento que subvencionaba trabajando de<br />
portero. Pero los últimos años de la carrera los transité en<br />
medio de la crisis de 2000 y 2001. Varios de mis compañeros<br />
de departamento se fueron, así que le propuse a uno de mis<br />
clientes permutarle trabajo por un lugar donde vivir. Entonces<br />
me fui a una clínica sin uso, abandonada. Tenía cuatro<br />
pisos para elegir. Me fui a la sala de radiología, que era la<br />
más grande. No tenía agua caliente ni heladera<br />
–Hoy dirige una fundación que asiste a pibes de la calle…<br />
Fui de uno de los creadores de Fundación Ar, cuyo objetivo<br />
es que la innovación llegue a los sectores más pobres, con el<br />
CMax, por ejemplo, o el proyecto de tricicleta que hemos<br />
elaborado para cartoneros. Nosotros entendemos que una<br />
sociedad no puede innovar si una porción no cuenta con las<br />
necesidades básicas satisfechas. En este marco, además nos<br />
solidarizamos colectando comida. Hace unos días llevamos<br />
más de cincuenta kilos de fideos a comedores. Esta satisfacción<br />
no lo paga ni el diseño de una Ferrari.<br />
–¿A dónde llega esta ayuda? A Bahía Blanca fundamentalmente,<br />
pero también a La Plata, Mar del Plata, Misiones,<br />
Salta. Incluso llegamos a Puerto Rico y Colombia, donde<br />
diseñamos prótesis para chicos que les faltan brazos.<br />
–¿Cómo es la tricicleta para cartoneros? Surge en un<br />
encuentro latinoamericano, cuando observamos la posibilidad<br />
de mejorar el acarreo manual o a caballo de cartón.<br />
Hace un año, la municipalidad de Bahía Blanca les prohibió<br />
a los cartoneros ingresar con caballos al microcentro, donde<br />
se concentra la mayor carga de cartón. Hablamos entonces<br />
con el intendente y le propusimos desarrollar una tricicleta<br />
asistida con motor eléctrico. Rediseñamos la idea original<br />
que teníamos y hoy distintas ciudades de América Latina<br />
están interesadas en producirla. Calculo que un mes estarán<br />
las primeras muestras en la calle.<br />
–¿Los cartoneros qué opinan? Primeramente nos reunimos<br />
con ellos y lo diseñamos juntos, definiendo la cantidad de<br />
carga y forma de trabajo. Su expectativa está puesta en el<br />
sistema global del producto, que creo es lo mejor. Porque lo<br />
recolectado va a un centro de transferencia con vestuarios,<br />
comedores y un centro de mecánica ligera donde rotativamente<br />
se irán reparando los carros. Allí podrán acceder también<br />
a la instrucción básica, porque el 90% de los cartoneros<br />
son analfabetos. El objetivo es impactar en la situación de<br />
pobreza y reincorporarlos al mercado laboral.<br />
–¿Qué otros diseños desarrollaron con fines sociales?<br />
Puestos para guardavidas. Stands de venta urbana para<br />
vendedores de baratijas, que despejarían la vereda para un<br />
mejor tránsito de las personas. Elaboramos con Petrobras<br />
una válvula que permite el despido de un gas sin contaminar<br />
el ambiente y que protege la salud de los trabajadores. Creo<br />
que tenemos la obligación de preocuparnos por los demás.<br />
Hay una falta de formación espiritual, de formación en valores<br />
en el ámbito empresarial y en muchos otros rubros de los<br />
altos estratos sociales. Para mí, quien tiene la capacidad de<br />
generar riqueza, tiene la obligación también de distribuirla<br />
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